Facebook no posee un sistema operativo móvil, y eso es un problema. ¿Por qué? Básicamente porque los desarrolladores no necesitan a Facebook para crear sus aplicaciones y por tanto se quedan sin –aproximadamente– ese 30% de beneficios que sí obtienen iOS y Android por la venta de cada app. Sin embargo, la red social tiene un plan para revertir esta situación. ¿Y si la mejor respuesta de Facebook a iOS y Android no fuera un sistema operativo?
Esto parece indicar la reciente adquisición de Parse, un servicio de pago que nace con la idea de poner las cosas fáciles a los desarrolladores de aplicaciones móviles gracias a un completísimo set de herramientas que permite, entre otras cosas, disponer de almacenamiento en la nube, gestionar las identidades de los usuarios o las notificaciones. De hecho, actualmente ya cuenta con una cartera de clientes estimada en unas 60.000 aplicaciones y otros tantos desarrolladores.
Una pieza más en la estrategia móvil de Facebook
Desarrollar su propio sistema operativo iría en contra de las líneas estratégicas establecidas por la compañía que lidera Mark Zuckerberg. Esa estrategia que viene marcada por Open Graph y por el reciente lanzamiento de Facebook Home, una capa social que funciona sobre Android (quizás en el futuro también sobre iOS) y que pretende convertirse en nuestro epicentro social. En lo primero que veamos cuando miremos el móvil, sin necesidad de activar ninguna aplicación.
Y es que desarrollar un sistema operativo propio no parece la mejor opción para la red social, pues implicaría demasiados riesgos. Resultaría caro y extenuante, además de que no sería nada sencillo convencer a los desarrolladores para que creen una nueva versión de sus aplicaciones para el nuevo sistema operativo (a Windows Phone ya la está costando Dios y ayuda). E incluso consiguiéndolo, el éxito no estaría garantizado. Ni mucho menos.
Esa es la misma razón por la que ha decidido no fabricar su propio smartphone, a pesar de que eran muchos los que abogaban por ello, ni tampoco una personalización de Android (como sí han hecho otras compañías como Amazon). Y es que cuando te llamas Facebook y tienes 1.000 millones de usuarios en todo el mundo, desarrollar un producto para un mercado de, dígamos 20 millones, simplemente no es suficiente. Su objetivo es mucho más ambicioso: interconectar el mundo.
La opción que propone Facebook con Parse es mucho más atractiva. Una estrategia mucho más rentable paraacercarse al mundo de los desarrolladores. Y todo lo viene detrás.
¿Qué va a ofrecer Facebook a los desarrolladores?
El objetivo de la red social es ofrecer a los desarrolladores el máximo valor posible que le permita su estrategia de no diseñar un sistema operativo propio. Acercarse lo más posible a iOS y Android, sin necesidad de ser uno de ellos. Competir con ellos, pero en la sombra.
Y es que puede que Facebook no gane ese 30% del precio de las aplicaciones que te descargues en Google Play o la App Store, pero sí ganará dinero cuando descubras cuál es la aplicación que te quieres descargar gracias a su nueva plataforma de publicidad enfocada a aplicaciones móviles (“Install Ads”). Su intención es posicionarse como la herramienta idónea para descubrir apps interesantes. Una herramienta de pago que permitirá a los desarrolladores promocionar sus creaciones entre la jungla de apps que abarrotan las tiendas virtuales de Google y Apple, y en las que tanto cuesta destacar.
La función de Parse será precisamente la de aunar todos esos servicios paralelos que Facebook está construyendo en torno a los actuales sistemas operativos móviles. Un paquete completito, completito, que resulte irresistible para los desarrolladores. Además, Parse permitirá a la red social beneficiarse de muchas sinergias que, al menos teóricamente, desembocarán en un mayor consumo del resto de los servicios que ofrece.
En definitiva, una jugada maestra. Veremos cómo le sale, pero todo apunta a que Facebook ha encontrado la fórmula de ganar mucha pasta a costa de iOS y Android.