Correo electrónico, fotografías, vídeos, chateo, juegos e incluso alquiler de películas. La red social está logrando desplazar servicios que se creían asentados en internet.
Uno de cada cinco dólares que se invierten en publicidad visual en internet va a parar a Facebook, según la compañía de análisis eMarketer. Si se mantuviesen como hasta ahora las tasas de crecimiento tanto de internet como de Facebook, en 2013 todos los internautas del mundo tendrían un perfil en la red social. Esto tiene pocas probabilidades de suceder, pero empresas como Google o Yahoo, entre otras, han empezado a mirar con recelo a una compañía que añade con éxito a su red servicios en los que antes ellas eran las reinas. Facebook comenzó con un pequeño y ambicioso fin: poner en contacto a amigos para que pudieran intercambiarse información. Hoy, con más de 600 millones de usuarios en todo el mundo, ha hecho más visible un plan que pasa por el lanzamiento constante de nuevos productos y servicios, muchos de los cuales entran en competencia directa con los de actores más veteranos en la red.
Los usuarios pueden compartir sus fotografías en Facebook, como ya ofrecieran Flickr o Picasa; subir sus vídeos, como YouTube; chatear como ya se hiciera con los Messenger de Microsoft y Yahoo o Gmail; enviar correos electrónicos, jugar, buscar información, crear páginas, compartir la ubicación e incluso alquilar películas. Todas las posibilidades son buenas para atraer al mayor número de usuarios a su página y que, a la vez, estos se mantengan en ella el mayor tiempo posible. 'Facebook ha encontrado en su usuario un muy buen aliado. ¿Por qué irme fuera para hacer lo que puedo hacer dentro y además conectado en todo momento con mi grafo social?', explica el director de Social Media de la agencia Tinkle y coautor del libro Sentido Social Mauro A. Fuentes.
Los usuarios parecen encantados ante una web que les permite acceder a una ingente variedad de servicios sin moverse de la página. Mientras, las pequeñas empresas, también fascinadas, pueden ofrecer sus productos a una cantidad de personas a las que la mayoría no podría llegar de otra manera. Pero ese dominio también tiene riesgos. El compañero de Fuentes en Sentido Social y en Tinkle Antonio Toca añade que el famoso 'a un clic de distancia' no está exento de 'peligro'. 'Implica ahorro de tiempo y tener línea directa con tu agenda de contactos. Pero no todo el mundo quiere eso'.
El presidente de Warner, Thomas Gewecke, hizo hincapié la semana pasada en que 'Facebook se ha convertido en un destino diario para centenares de millones de personas'. Su compañía ha anunciado que va a iniciar el alquiler de su catálogo de películas en EE.UU. a través de su página en la red. Y lo hará con El caballero oscuro, un título para algunos metafórico. Siguiendo el razonamiento de Gewecke y si esta técnica de alquiler comienza a popularizarse, ¿podrían competir los videoclubs online contra este gigante?
'Tampoco nos asustemos', puntualiza Fuentes, 'las empresas de la red tienen el poder mientras son útiles para los usuarios, que se lo digan a AOL o miremos cómo Google anda expectante con los cambios que las redes sociales están originado en internet'.
Valentín Hernández, co-fundador de la empresa Guidance y creador del concepto Buzziness, explica que el proceso de integración de herramientas que ha puesto en práctica Facebook beneficia tanto al usuario como a las empresas. 'El internauta tiene integradas en una misma plataforma aplicaciones que antes estaban dispersas por la red. Además, la mayoría de ellas son desarrollos creados por otras empresas y Facebook les da un valor añadido'. Hernández también es consciente de la parte negativa, pensando en un hipotético momento en el que Facebook se convierta en el único punto de acceso a servicios para el usuario 'y que debido a ello no pruebe otras aplicaciones al no ser compatibles con los estándares de la red, que llegue un punto en el que la diversidad sea nula'.
Plan a largo plazo
El que fuera editor jefe de internet para la revista Fortune, David Kirkpatrick, narra en su libro 'El efecto Facebook' (el único autorizado por el fundador de la compañía, Mark Zuckerberg) cómo le describió este en 2006 en qué consistía su proyecto. 'Tratamos de mejorar la eficiencia a través de la cual la gente puede comprender su mundo. No tratamos de maximizar el tiempo pasado en nuestra página web; tratamos de ayudar a que la gente disfrute de una buena experiencia y a que saque el máximo provecho de esos instantes'. Quizás por 'máximo provecho' Zuckerberg entendiese hacer todo tipo de actividades sin moverse de sus páginas. 'Me gustaría que pudiéramos seguir ampliando nuestros límites', le dijo a Kirkpatrick en 2008.
El efecto Facebook desprende dos ideas de fondo: que su creador siempre tuvo claro que quería hacer del proyecto algo grande y que, al contrario que otras empresas, no primó los ingresos sobre las posibilidades de crecimiento. 'Mark está muy concentrado en el largo plazo detalla uno de los trabajadores de la red según Kirkpatrick. Si no sabes en qué negocio estás, cualquier cosa que haces para ganar dinero es una pérdida, porque puede no durar'.
Hoy Facebook ofrece incluso compra de créditos para adquirir los productos de pago que se comercializan en la red. Fuentes considera este como el próximo 'gran salto': servir de plataforma de comercio electrónico. De hecho, las películas de Warner podrán alquilarse en EE.UU. por 30 créditos o tres dólares (2,15 euros) y los usuarios tendrán acceso a la película durante 48 horas a través de su cuenta. Los créditos son un área de gran potencial para la compañía. Como en cualquier universo propio que se precie, el uso de una moneda interna que facilite la compra o el alquiler de artículos virtuales profundiza en la idea de ecosistema.
Perjudicados ante la red
No todos los actores de internet se muestran complacidos con la expansión de servicios de Facebook. Las empresas que están viendo menoscabado su negocio con la omnipresencia de la red social ya están alertando de su poder. Google, el gigante acostumbrado al éxito de todo lo que lanza, ha sido uno de los primeros en hacerlo. La red social presentó el pasado noviembre un servicio de mensajería que fue interpretado como un bofetón al buscador.
Antes ya había mejorado las posibilidades de su servicio de mensajería instantánea, un golpe para Messenger de Microsoft o GTalk de la propia Google. Y, desde el mes pasado, Facebook no permite a sus creadores de aplicaciones utilizar AdSense y DoubleClick, las herramientas publicitarias de Google. Por parte del buscador, además de añadir posibilidades sociales a sus búsquedas, ha bloqueado que los teléfonos con la última versión de su sistema operativo Android puedan sincronizar los contactos de Facebook con la libreta de direcciones.
Google, al tratarse de la compañía con un mayor número de productos presentes en internet, se plantea como una de las mayores perjudicadas por el auge de Facebook. Pero las empresas orientadas a un solo servicio también están notando su poder creciente. Un ejemplo de ello es el sitio de almacenamiento y compartición de imágenes Flickr, que ha visto cómo su cifra de visitantes en EE.UU. ha caído un 16% en 2010, según comScore. Los usuarios que comparten fotografías a través de Facebook, en cambio, han crecido un 92% en el mismo periodo.
¿Estamos ante un posible monopolio de poder elegido por los propios usuarios? 'No lo creo', responde Toca. 'Si acaso nos estamos volviendo más cómodos', añade. En este sentido, Valentín Hernández recuerda que las empresas tecnológicas establecerán 'fuerzas de contención' para limitar a Facebook.
Los límites de la privacidad
La acumulación de poder (y de información de los usuarios) preocupa, entre otras entidades, a la Agencia Española de Protección de Datos, que sigue de cerca el cumplimiento que hace Facebook de la ley. La red social tuvo problemas cuando se descubrió el pasado octubre que varias aplicaciones alojadas por ella habían vendido datos de sus usuarios. La compañía reconoció el 'problema', castigó a los responsables e insistió en que ella ni había vendido ni venderá información, aunque esto no evitó que se pusiera en duda su capacidad para proteger la información que le facilitan los internautas.
En paralelo, albergar los datos, gustos, preferencias fotos y conversaciones de más de 600 millones de usuarios es albergar mucho poder. 'Para bien o para mal, Facebook está provocando una reconfiguración masiva de los límites de la intimidad', escribe Kirkpatrick. El autor de 'El efecto Facebook' sostiene que Zuckerberg está convencido de que la gente está perdiendo el interés por esconder sus datos y destaca que el creador de la red social sigue llevando a los usuarios hacia una mayor visibilidad de la información. Como explica Fuentes, para disfrutar la experiencia y explotar las funcionalidades sociales de la red, el usuario debe 'asumir cierta exhibición'.
¿Hasta dónde puede llegar el dominio de Facebook? Los expertos coinciden en que una posibilidad para competir con ella es lanzar ideas innovadoras que cubran necesidades a las que esta no llegue. 'Teníamos a Microsoft y llegó Google. A Google le ha salido su Facebook. ¿Y a esta última? Tiempo. Ahí deberían tener la palabra las nuevas generaciones', resume Toca.
Fuente: Publico