La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario con origen psicológico, se caracteriza por la disminución del consumo de alimentos por una alteración distorsionada de la imagen o del peso corporal que provoca una falta de deseo o rechazo a comer.
Este afecta principalmente a mujeres, 9 de cada 10 casos son mujeres de entre los 12 y 20 años de edad.
¿Qué tipos de anorexia hay?
Existen dos tipos de anorexia nerviosa, la restrictiva y la purgativa. Algunas enfermas disminuyen de forma drástica su alimentación y realizan largos ayunos mientras otras muestran una actitud más compulsiva y pueden llegar a provocarse el vómito o a purgarse con laxantes y diuréticos.
- Anorexia restrictiva: quien padece anorexia restrictiva reduce la ingesta de alimentos con dietas varias además de realizar una gran cantidad de ejercicio y actividades con el fin de bajar su peso.
- Anorexia purgativa: quien padece este tipo de anorexia en ocasiones manifiesta episodios de grandes atracones alternados con purgas con laxantes diuréticos o vómitos. El objetivo es el mismo, bajar de peso, pero con una bipolaridad que puede llevar a confundirse con la bulimia por a las múltiples similitudes.
¿Cuales son los síntomas de alarma?
Existen múltiples síntomas de anorexia que pueden confundirse con otros trastornos, más o menos preocupantes, sobre todo en sus estadios iniciales. Si la persona que nos preocupa muestra alguno o varios de los siguientes síntomas seguramente sea recomendable consultar a un experto:
- Obsesión con el peso y miedo desproporcionado a nocumplir con los cánones y tener sobrepeso. Si se manifiesta a pesar de estar por debajo del peso recomendado es un síntoma preocupante de vulnerabilidad al trastorno alimentario.
- Percepción de la propia imagen alejada de la realidad pese a la posible extrema delgadez.
- Pérdida de la grasa corporal, atrofia de los músculos y pérdida de masa ósea.
- Evitación de las comidas con gente e ingesta sin ganas, lenta y desganada.
- Amenorrea: Suspensión de la menstruación por más de tres ciclos.
- Piel amarillenta o manchada.
- Aumento de la irritabilidad, ánimo decaído y pérdida de sociabilidad. Algo que puede pasar desapercibido en la adolescencia o confundirse con consumo de estupefacientes y similares.
La anorexia nerviosa es un desorden de difícil diagnóstico por que el paciente esconde y niega
su condición de enfermo. El individuo anoréxico no suele buscar ayuda ya que la pérdida de peso no es vista como un problema pese a la apariencia extrema que pueden presentar en los casos más graves.
Tratamiento
La anorexia nerviosa requiere de tratamiento psicológico y, según su grado, de cuidado médico y alimentación asistida. Con un tratamiento adecuado la mayoría de las personas llegan a liberarse de el trastorno y terminar su desarrollo con normalidad. A grandes rasgos el tratamiento incluirá:
- Cuidado médico para paliar los efectos de la desnutrición.
- Planificación de un estilo de vida saludable junto a un nutricionista.
- Eliminación del ciclo de atracones y purgas
- Terapia dirigida a reforzar la autoestima, reeducar y resolver problemas acompañado por especialistas, familiares y amistades.
De todas maneras, consulta a un especialista si sospechas de alguien cercano para que te asesore y te permita acercarte con más posibilidades de éxito. El diagnóstico precoz, así como el apoyo y la cooperación familiar son muy importantes para asegurar el éxito del tratamiento.
Fuente: Salud-10