Mariano Ferreyra es bandera de lucha, no de intimidación
La situación en Fadea (ex Area Material Córdoba) ingresó en una nueva etapa. El conflicto comenzó con el aislamiento de 26 trabajadores por alrededor de dos meses con la excusa de una “capacitación” en la cual se debía llenar un cuestionario. La semana del 23 de octubre, los trabajadores fueron nuevamente sancionados por negarse a contestar el cuestionario y porque rechazaron que se terminara de editar un video provocador sobre Mariano Ferreyra y la masacre de Trelew. La emisión del video se frenó cuando un trabajador lisa y llanamente los intimó a hacerlo, de lo contrario destrozaba todo porque “con un trabajador que le puso el pecho a las balas no se jode”.
¿Con qué intención pretendían pasarlo? El mensaje es: la lucha de los trabajadores lleva a la represión y por ende a la masacre. Pero la patronal de Fadea no es cualquier patronal, es el Estado nacional, o sea quienes tienen el control de la represión. La acción que están llevando adelante implica una intromisión del Estado en la vida gremial y política de los trabajadores, un amedrentamiento consciente. El sesgo fascista salta a la vista.
La dirección de la empresa está a cargo de Daniel Argañaraz, quien fue director estatal de Aerolíneas (en la época de Marsans) y muy cercano a La Cámpora. Argañaraz se pasó toda la semana en los puestos de trabajo amezando a los trabajadores con amenazas de sanciones y despidos, siendo rechazado en varias áreas.
En la actualidad, la Fábrica de Aviones (Fadea) se encuentra prácticamente paralizada. Los pocos contratos de trabajo están cajoneados o incompletos debido a que la mayoría de las piezas son importadas y están juntando telarañas en Aduana. El famoso contrato con Embraer, saludado en su momento por la ministra Garré y la Presidenta no se encuentra “a la altura de la demanda” por la deteriorada infraestructura y maquinaria. En palabras de un obrero “pretenden dejar un solo hangar con 400 trabajadores”. Actualmente son mil operarios. La re-estatización de la empresa fue la farsa para indemnizar al grupo Lockheed Martin y proseguir con el desmantelamiento del Area Material Córdoba.
La presión de los trabajadores fue tal, que llego a oídos de la dirección de Apta a nivel nacional, que se encontraba brillando por su inactividad y dedicada a realizar todo por la vía legal, permitiendo la presión de la empresa sobre los trabajadores. El viernes 26, una asamblea en puerta de fábrica, de alrededor de 250 trabajadores, resolvió el apoyo incondicional a los trabajadores cesanteados, la actualización de las recategorizaciones y un plan de inversiones para poder trabajar. Además, plantean la reincorporación de la bolsa de trabajo y un plan de formación de los nuevos ingresantes. Esto se debe a que la dirección de la fábrica contrató “a dedo” alrededor de 300 trabajadores, entre ellos dirigentes de La Bisagra (organización estudiantil K ligada a las organizaciones de derechos humanos oficialistas) que prácticamente desconocen la actividad dentro de la fábrica. Para la semana del comienzo de noviembre, han resuelto un plan de lucha de paros sorpresivos y asambleas en puerta de fábrica.
El 30 de octubre, una asamblea dentro de la fábrica llamó al cese de actividades y a movilizarse hacia el Ministerio de Trabajo de la provincia. Ante alrededor de 350 trabajadores, Cirielli dijo que iba a llamar a un paro nacional de Apta en solidaridad con Fadea. Pero no dejó explícito si se trataba de un paro de 24 horas o tiempo indeterminado y mucho menos fijó una fecha.
Se plantea ahora luchar en Fadea y en todo Apta para que el paro se cumpla. Repudiamos la utilización del crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra para intimidar a trabajadores, exigimos el cese de su exhibición.
Exigimos al gobierno nacional la inmediata remoción de los funcionarios implicados en este ataque a los trabajadores, y que una comisión de control elegida por los trabajadores en asamblea investigue todos los hechos.
José Barraza (h)