Faery ~ Érika Gael

  

► Título: Faery
► Autora: Érika Gael
► Serie: Libro independiente 
► Publicación: Abril 2010
► Editorial: Zeta Bolsillo (Ediciones B) 
► Páginas:  444
► Precio:  10 €

Faery es el mundo de las hadas.
Viajaremos desde la época actual al año 25 a.C., a un asentamiento luggon, al norte de Hispania, para encontrarnos con Xesa, un hada de Agua impetuosa y seductora y Lugh, un dios Sol terco y fascinante. Ella ha jurado no volver a encapricharse con ningún hombre. Él arrastra el estigma de haber nacido mestizo de dos razas, los formoré y los tuatha dé danaan. Y el rencor hacia Xesa por la humillación sufrida siglos atrás. Pero ella deberá convencerle de que salve a su pueblo de las hordas romanas.

Xesa es una xana (un hada del agua, en la mitología asturiana de origen cético) seductora, divertida, presumida, orgullosa, caprichosa, irresponsable, deslenguada, inmadura, teatrera y fiestera a más no poder. Ama su pelo más que nada en el mundo y adora los 70, la música disco y un buen Sex on the beach. Así es ella: encantadora a la vez que insufrible, una xana única e incomparable que, pese a su pose despreocupada, hace siglos que arrastra el recuerdo de un engaño que le hizo mucho daño. Está decidida a no encapricharse de nuevo con ningún hombre y no esperará sentada a que llegue su príncipe azul. Pero no se puede acallar al corazón, ¿verdad?

Lugh es un dios Sol mestizo, hijo de un tuatha dé danaan y una formoré (enemigos acérrimos). Un hombretón de los que quita el hipo, atractivo, varonil, duro, apasionado, orgulloso, huraño, rencoroso y algo cascarrabias. Su sangre mestiza le supone el rechazo de sus compañeros, vive en soledad y no puede olvidar la mayor humillación de su vida, el momento que le hizo pasar hace siglos aquella maldita mujer…

Cuando Xesa se pasa de la raya con una de sus travesuras, amenazan con castigarla dejándola calva (oh, oh: eso sería el fin del mundo para ella, por supuesto). Pero el Consejo le da otra oportunidad: su misión será convencer a Lugh para que tome parta en la batalla contra los romanos, ayudando así a los luggones. ¿Logrará nuestra protagonista cumplir su misión, convencer a Lugh, el hombre que la odia pese a soñar con ella noche tras noche?

Desde que me enteré de la publicación de este libro supe que acabaría en mi estantería: por la portada, por la sinopsis, porque ya había leído algo de la autora por la red con anterioridad y porque el título me enamoró. Llamadme superficial, pero sí, hubiese sido capaz de comprarlo sólo por ese título. En fin, a lo que iba: cuando lo tuve entre mis manos empecé a devorarlo con ansia, con ganas de saber qué me depararía su lectura y esperando algo sencillito, entretenido, divertido y fresco: acerté de pleno.

Faery es una novela de amor entretenida y sencilla, llena de fantasía y risas. Aunque la pluma de Érika Gael no es de las mejores que he catado, su toque personal me ha dejado buen sabor de boca: tiene una narración sencilla, cercana y natural que acompaña de un lenguaje llano que, pese a no terminar de casar con el ambiente de la novela, no está nada mal. Así, la autora ha logrado convertir su libro en una lectura amena y divertida que siempre te deja con una sonrisa en los labios.

Diría que el punto más fuerte de este libro son sus personajes. Es difícil innovar a la hora de escribir una novela romántica adulta (hay escenas subiditas de tono, avisados quedáis), pero la autora lo ha logrado haciendo que los protagonistas sean un dios y un hada (primera vez que me encuentro algo así, no sé vosotros…) y haciendo de ellos unos personajes de lo más singulares. Nos encontramos con dos adultos traviesos como críos, pero aún así ardientes, que comparten un tira y afloja que me gustó mucho.

Pero también tiene puntos débiles, claro. Los personajes secundarios no están todo lo aprovechados que podrían, la historia es previsible y, como he dicho antes, hay ciertas expresiones que no me cuadran en la época en la que se ambienta la obra por muy justificadas que estén. Para mí, los grandes fallos están hacia el final de la historia: todo va perdiendo fuelle, Lugh se vuelve demasiado ñoño para mi gusto y la resolución de un par de cuestiones dejan que desear. El final se salva por el epílogo que, pese a ser realmente extraño, es divertido y te deja sonriendo.

Faery es una historia de amor divertida, traviesa y fresca. Con sus más y sus menos, no es un libro memorable pero sí una lectura entretenida y agradable, narrada con naturalidad, fluidez y cercanía. Si buscas algo así y que además sea diferente dentro de la novela romántica, pruébalo.