Publicación: Junio 2012
Precio: 7,95 €
ISBN: 9788490321478
Páginas: 180
Puntuación: 5/5
Fahrenheit 451 cuenta la historia de un sombrío y horroroso futuro. Montag, el protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión, paradójicamente, no es la de sofocar incendios, sino la de provocarlos para quemar libros. Porque en el país de Montag está terminantemente prohibido leer. Porque leer obliga a pensar, y en el país de Montag está prohibido pensar. Porque leer impide ser ingenuamente feliz, y en el país de Montag hay que ser feliz a la fuerza.
451 grados Fahrenheit: La temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde.
No es ningún secreto que hoy en día están de moda las distopías, otro de los fenómenos literarios en masa que están saturando el mercado últimamente. Sin embargo, se tratan de historias dirigidas a un público más juvenil, con tintes post-apocalípticos y, cómo no, todo ello aderezado con un romance épico -o triángulo amoroso, que también están de rabiosa actualidad-. Tengo que decir que la mayoría de las veces disfruto con estos libros con planteamientos tan similares, no obstante, tenía ganas, muchísimas ganas, de probar algo más... duro. Por ello me decanté por la lectura de Fahrenheit 451; un clásico dentro del género de la ciencia ficción, y una de las distopías de mayor culto junto con 1984 y Un mundo feliz. Después de terminarlo y posteriormente releerlo, tengo que decir que me ha impresionado, y mucho.
Dentífrico Denham. Dentrífico Denham. Denham. Denham. Deletreado: D-e-n... Nos encontramos en un futuro, para mí inimaginable, donde leer libros está prohibido por ley. Porque, tal y como reza la sinopsis, leer obliga a pensar, pensar impide ser ingenuamente feliz, y ser feliz es algo obligatorio en esta sociedad. ¿Se puede ser más desgraciado con este planteamiento de vida? Para que las normas se cumplan, y todo sea
Dentífrico Denham. Dentrífico Denham. Denham. Denham. Deletreado: D-e-n...
Montag es uno de esos bomberos que disfrutan con su trabajo. Por lo menos hasta el momento en el que brota en su mente una pregunta: ¿Y si...? La responsable de dicho cambio, o por lo menos el principio de éste, será Clarisse; una loca. Un ser que se deleita con las cosas más simples de la naturaleza, que pasea, que disfruta charlando e intercambiado opiniones. Un espécimen en peligro de extinción. Prenderá en la vida de Montag una chispa, el principio de un fuego incapaz de contener. Para mí se trata del personaje con mayor mensaje, ya no sólo por su manera de ver el mundo, tan en contraste con la de los demás, sino también por la forma poética con la que la describe Bradbury. Una luz en medio de la oscuridad, un ser único capaz de ver más allá de las cosas banales de la vida.
Montag es el que nos guía a través de la historia, el encargado de mostrarnos las diferentes caras tras las que se esconde esta sociedad conformista, pero no el protagonista. Dicho protagonista no es otro que las críticas sociales que Bradbury nos hace llegar mediante un puñado de personajes que ven la vida y se enfrentan a ella de diferentes formas. Otro de los personajes para mí más complejos es Beatty; jefe de Montag, aparentemente antagonista de la obra, pero que, como digo, esconde mucho más de lo que ha primera vista se puede apreciar.
La obra consta de apenas ciento ochenta páginas. Digo esto porque hay que dejar claro que no conoceremos el pasado de los personajes ni la educación que reciben, etc. Lo importante es esta crítica social, el planteamiento de un futuro sombrío en el cual se han perdido los valores, en el que el que el ser humano piensa sólo en sí mismo, en el placer superficial, el entretenimiento de los sentidos. Ha perdido la capacidad de interactuar con los demás, de conectar y relacionarse a un nivel intimo. Nos habla del vacío existencial que nos rodea, pero no a causa de los gobiernos; nosotros hemos llegado a ser lo que somos, por lo que ahora es más fácil controlar las masas simplemente evitando que las minorías se revelen. Nosotros hemos renunciado al saber, al poder que nos da el conocimiento, sustituyéndolo por lo fútil y perdiendo así la capacidad de pensar por uno mismo. Sin él somos débiles, siendo fácil utilizar el pasado modificándolo a fin de dominarnos.
Debemos ser todos iguales. No nacemos libres e iguales, como afirma la Constitución, sino que nos convertimos en iguales. Todo hombre debe ser la imagen del otro. Entonces todos somos felices porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables. ¡Ea! Un libro es un arma cargada en casa de al lado. Quémalo. Quita el proyectil del arma. Domina la mente del hombre. ¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo de un hombre culto? ¿Yo?, no lo resistiría ni un minuto.Dentífrico Denham. Dentrífico Denham. Denham. Denham. Deletreado: D-e-n... En cierta manera va mucho más allá de la quema de libros, algo que resulta, a fin de cuentas, un buen ejemplo para mostrarnos el futuro al que se dirige la civilización. La evolución tecnológica no es en sí tampoco el problema, sino más bien la utilización que lleguemos a darle. En esta nación que nos describe Bradbury el hombre no hace otra cosa que pasarse horas delante de grandes pantallas de televisión, convirtiéndonos en zombis las veinticuatro horas del día, o vagar a toda velocidad en coches, siendo así incapaces de preocuparnos por algo valioso y trascendental; es decir, por nuestro entorno, la conservación de aquello que nos hace únicos, de las cosas importantes, y de la consciencia, la capacidad de pensar por nosotros mismos. Ser capaces de distinguir lo correcto de lo incorrecto, el bien del mal... ¿Cómo puede algo así provocarnos la infelicidad?
No, no; no son los libros lo que usted está buscando. Busque eso donde pueda encontrarlo, en viejos discos, en viejas películas, y en viejos amigos; búsquelo en la naturaleza, y búsquelo en su interior. Los libros solo eran un receptáculo donde almacenábamos una serie de cosas que temíamos olvidar.Dentífrico Denham. Dentrífico Denham. Denham. Denham. Deletreado: D-e-n... Como punto un poco flojo, por lo menos a mi parecer, es todo lo relacionado con la guerra. Sin duda hay también una dura crítica hacia ella, pero en cierta forma también encuentro una justificación por parte del autor, un acto beneficioso en según qué momento, que choca con mi forma de pensar.
Un libro que es imposible deje indiferente a nadie. Impacta lo rápido que nos acercamos a este Fahrenheit 451, escrito hace poco más de medio siglo. No sé vosotros, pero yo he visto reflejada gran parte de la sociedad actual en esta pequeña gran obra. ¿Cuántas personas no han leído ni un libro en su vida? Dan escalofríos solo de pensarlo. Una lectura imprescindible, sin duda.
Puntuación: 5/5
Espero que el mensaje haya quedado claro. Denham. Muy claro. Denham. Deletreado: D-e-n...