Por Sito Veracruz (@SitoVeracruz)
Ámsterdam es una de las pocas ciudades donde el alquilar de
apartamentos a través de Airbnb y otras plataformas similares es legal y está
regulado. Aquí es posible alquilar un apartamento completo durante 60 días al
año sin necesidad de registro.
También es legal alquilar una o dos habitaciones de la casa sin límite
de tiempo, para lo cual únicamente hay que cumplir unos requisitos e informar
al Ayuntamiento. (1)
Ámsterdam está en el top 10 de ciudades con más alojamientos
ofertados en la web Airbnb, con 17.000 apartamentos listados, y puede presumir de
ser una de las pocas ciudades del mundo que saca un rendimiento económico directo
de estos alquileres. (2)
Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que como se temía, el
aumento de este tipo de oferta ha hecho que los precios de la vivienda se hayan
disparado en un mercado que ya estaba saturado de por sí (3). Además, el
incremento de alojamientos turísticos en zonas que ya tenían presión turística
ha provocado que el malestar de los vecinos con los turistas se haya
acrecentado.
Desde la plataforma Fair City Amsterdam –que aglutina a
varias asociaciones de vecinos y defensoras del «derecho a la ciudad»–
consideramos que, además de realizar un control de la legalidad de este tipo de
apartamentos, es necesario trabajar en alternativas más respetuosas,
responsables y justas con la ciudad. Valoramos los esfuerzos del Ayuntamiento
en perseguir el alquiler ilegal y seguimos exigiendo un sistema de registro que
haga esta tarea de control más sencilla. Sin embargo, creemos que no es
suficiente.
¿Qué es FairBnB?
FairBnB es un movimiento que busca facilitar que el alquiler
vacacional entre particulares cumpla los principios de la economía colaborativa
y sea lo más positivo posible para los residentes. No pedimos la prohibición de la actividad sino una
regulación y articulación de ésta que minimicen el impacto negativo de este
tipo de alquileres, y que a su vez beneficien a aquellas personas y zonas de la
ciudad a las que la descentralización del turismo les pueda resultar positiva.
El problema con las principales plataformas como Airbnb está
claro: al no compartir con la administración los datos de reservas de sus
clientes es imposible hacer cumplir con la legislación vigente. Por ello, creemos
que se ha de ir un paso más allá y trabajar en una plataforma alternativa a
través de la cual se gestionen los alojamientos vacacionales P2P de una manera
participada y en colaboración con la ciudad.
Una plataforma FairBnB permitiríael alquiler online de apartamentos y
habitaciones de corta estancia, al igual que ocurre con las plataformas
existentes, pero con tres diferencias importantes:
1- Únicamente se deberían listar aquellos
apartamentos que cumplan con la normativa existente.
Allá donde existe regulación, sólo se deberían listar
aquellos alojamientos que la cumplan. No puede ser admisible que desde plataformas como Airbnb se
permitan anuncios manifiestamente en contra de las regulaciones locales y que
se pongan trabas para descubrir a quienes aprovechan para especular y explotar
viviendas turísticas comerciales de una forma encubierta.
2- La cantidad de alojamientos turísticos debería
estar equilibrada por la ciudad a fin de minimizar su impacto.
La concentración masiva de apartamentos turísticos en
determinadas zonas causa graves impactos sociales y económicos en ellas. La descentralización espacial del turismo sólo se consigue
con medidas de fomento, por lo que tanto el Ayuntamiento como una plataforma
FairBnB deberían aplicar medidas que incentiven el alojamiento en las zonas con
menor presión turística. Por supuesto se trata de equilibrar la presión, no de
multiplicarla, por lo que estos incentivos se han de combinar con cuotas y
medidas de control de alquileres ilegales en zonas saturadas.
3- Una plataforma FairBnB sin ánimo de lucro y
propiedad de sus usuarios.
La única manera de que una plataforma de alquiler vacacional
se niegue a publicar un alojamiento que no cumple con la regulación local es a
través de un código ético que ponga el compromiso con la ciudad por delante de
las ganancias. Además, queremos involucrar a los vecinos y democratizar la
toma de decisiones en algo cuyo resultado y gestión afecta a todo el vecindario.
Por tal motivo, aspiramos a que FairBnB se convierta en una plataforma
cooperativa global con nodos locales. De momento estamos en contacto con diversas cooperativas y
asociaciones de Ámsterdam para comenzar un proyecto piloto a nivel local. Os
mantendremos informados.
(1)
En esta
infografía del Ayuntamiento de Ámsterdam se muestran las diferentes
modalidades de estancia corta.
(2)
El
convenio firmado entre Amsterdam y Airbnb incluye la obligación de la
empresa de recaudar la tasa turística (un 5% del importe total de cada reserva)
que reportó al Ayuntamiento el pasado año unos ingresos de 5,5 millones de
euros.
(3)
Tanto ING
como ABN
Amro confirman una mayor subida de precios en el mercado inmobiliario derivada
de este tipo de alquileres.
Sito
Veracruz reside en Ámsterdam desde 2012. Es consultor urbano, cofundador
de City Makers y miembro activo de la plataforma Fair City.
Créditos de las imágenes:
Imagen 01: Manifestación Fair City (fuente: Fair City)
Imagen 02: Wij willen de stad (Queremos la ciudad) (fuente: Fair City)
Revista Arquitectura
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