Fairphone 2: el primer celular desmontable que podrás cambiar a tu gusto

Cuando se nos rompe un teléfono lo más probable es que compremos otro, pero esto puede cambiar con el Fairphone 2: un smartphone diseñado para ser fácil de reparar y actualizar.
Los componentes internos del Fairphone 2 están divididos en módulos que pueden ser sustituidos de forma simple con conocimientos mínimos.
La compañía detrás del teléfono espera que esto anime a los propietarios a mantener sus teléfonos durante más tiempo, en lugar de cambiarlos regularmente por nuevos dispositivos.

Desmontar y reemplazar

No sólo hay la posibilidad de quitar la tapa trasera y acceder a la batería, sino que también podemos separar la placa principal de la zona de la pantalla con mucha facilidad.
Otros componentes menores como la cámara, altavoces, micrófono y puerto USB también se pueden sustituir sin más complicaciones con sólo la ayuda de un destornillador común.
Incluso tiene "puerto de expansión" al que se podrá añadir módulos con nuevas funcionalidades, por ejemplo, NFC.
Lo que es intocable es la placa principal, con memoria y antenas.
Fairphone 2 usa el sistema operativo Android, tiene una pantalla es de 5 pulgadas con resolución Full HD, la cámara es de 8 megapíxeles, y hay espacio para una batería de 2.420mAh.

Teléfono ético

Aunque en apariencia es un teléfono como otro cualquiera, Fairtrade 2 esconde una filosofía ética.

Fue en 2013 cuando apareció por primera vez Fairphone, un teléfono diferente por su filosofía y proceso de creación, ya dice ser un dispositivo responsable con todos los recursos y personas implicadas.
Para su elaboración se eligen minerales y materiales "libres de conflictos", es decir, que no estén vinculados a alguna guerra, abuso o violación de derechos humanos.
La responsabilidad del producto no acaba en la gestación del mismo, también se crea un fondo benéfico para los trabajadores implicados en la producción, en la búsqueda de los componentes.
Los teléfonos modulares son parte del futuro de los dispositivos móviles, otro ejemplo es el Project Ara de Google.
Fuente | BBC MUNDO