Revista Cultura y Ocio
Hoy fui a la universidad usando un crop-top. No es la primera vez que lo hago, pero este aparte de ser cortito no tenía mangas, y mi pantalón era claro, entonces no escondía bien mis piernas ni mi rollo de la cadera. A pesar de que nunca había salido tan expuesta en público -peinada, aros, labios rojos, piel expuesta-, me asombré al descubrir que no me importaba. "Brigido" pensé.
Desde hace un par de años, he estado trabajando sin descanso por quererme tal cual soy. Este proceso a tenido un montón de etapas: el quererme a la fuerza (sin creermelo ni un poquito), el decirme que me acepto como soy pero sin atreverme a hacer ni usar nada de lo que quiero, el decirme que no tengo que hacer ningún cambio en mi vida porque así estoy bien, blah blah y millones de cosas. Hace unos meses empecé una serie de cambios radicales en mi vida en los que todavía estoy trabajando: me hice vegana, comencé a preocuparme de comer bien (recibir todos los nutrientes que necesito), ejercitarme, comprar menos ropa y que al hacerlo sea fair-trade, reciclar, en fin, intentar vivir en lo posible, haciendo el menor daño a otros y a mí misma. ¿Y hoy? Hoy me di cuenta de que todos esos cambios, y todos mis esfuerzos anteriores, están funcionando.
Me vestí en la mañana con el crop top cortito, me miré al espejo haaaarto rato. Me fije en mi guata suelta, mis brazos flácidos, en mi rollo y mis caderas anchas, en mi cuello gordo, en mis mejillas demasiado redondas (que a mi mejor amiga le encanta agarrar) y en mi pelo que está en una etapa de crecimiento que odio y que tengo que domar con 700+ pinches para que se vea más o menos decente. Culpen a mi depresión, mi apatía crónica, o mi personalidad desafiante, pero a pesar de que sabía que todo eso iba a estar a vista y paciencia de todos mis compañeros, pensé fuck it, y me fui a hacer el desayuno. Cuando íbamos saliendo, Bunny me preguntó si no me iba a poner algo más, y le dije "¿es porque se me ve todo?" y me dice "no, bueno, sí" pero no me lo decía en un mal sentido, sino que le parecía admirable. Y me dijo algo muy lindo, que si la gente me veía así, podía inspirar a otros a hacer lo mismo. Obvio que yo como la babosa que soy me emocioné y me sentí cool af especialmente porque una de las principales razones por las que salí hoy así, fue porque muchas otras mujeres que aman sus cuerpos me inspiraron a hacerlo, y no les voy a mentir, ojalá yo también sea inspiración para otras chiquillas también, porque incentivos para odiarse sobran, ¿pero para quererse? uuuf, más difícil de encontrar que la diadema de Rowena Ravenclaw en la sala de menesteres.
Llegué a la U, tarde a una prueba, no tuve tiempo de fijarme si alguien me miraba o no y obvio me daba lo mismo en ese momento. Pero cuando salí wow todavía me daba lo mismo. Tengo que admitir que mi pensamiento primordial era un gran y gordo ¡?????¡??¡?!!!??¡??!!!!!!???? No entendía nada. Sí, había salido antes en crop top, mostrando gordura y haciendo como si no me importara, pero ahí esta la palabra clave: haciendo como si no me importara. Y hoy, hoy de verdad no me importaba, mejor aún me sentía linda. Mejor aún, me sentía tan valiosa como todas las demás. Si hay algo con lo que he batallado por años es ese sentimiento de que no merezco lo mismo que todos, que soy de una calaña inferior, que debo ser tratada peor, etc etc, y hoy me vi y dije "soy igual de bacán que todas" y me lo creí???? Ahora es de noche y todavía me lo creo????? Yo??? Igual de importante que los demás? Wow, wow y más wow.
Si llevan aquí algún tiempo seguramente me han escuchado hablar de fake it till you make it. Es básicamente la idea de que, a pesar de que no te quieras o no creas que eres bonita o simpatica o lo que sea, pretendas que si lo eres, actúes como si lo fueras, vivas como si lo fueras (como una gran actriz), de a poco la actuación va dando paso a la realidad, hasta que un día te das cuenta que ya no estás actuando más, que es verdad: te quieres, eres bonita, eres simpática, y ya no hace falta mentir. Well, I made it. Siento que, después de años de terapia y trabajo personal, hoy por fin pude decir: soy valiosa, soy bonita y me quiero. Y tenía que venir a contárselos.
Me siento tan contenta con esto que lo único que quiero es que todas mis amigas, mis lectoras, mis conocidas, las mujeres de mi familia se sientan igual. ¿Qué importa si eres muy gorda, muy flaca, con arrugas, o lo que sea? Somos todas únicas, y sólo tenemos un cuerpo, no sé ustedes, pero me pasé los primeros 22 años de mi vida tapándolo y odiándolo, y ya no quiero más. Es mi cuerpo, es el único que tengo, lo voy a querer, lo voy a adornar como yo quiera, mostrarlo tanto (o tan poco) como quiera, y a disfrutarlo, porque no hay una forma incorrecta de tener un cuerpo, y no hay necesidad de castigarse por no caber en el molde ideal.
Amigas, si yo pude, con un chillón de kilos demás, acné, la nariz quebrada, y caminando con los pies hacia afuera (¿sueno atractiva? apuesto a que sí jajaja) todas ustedes pueden. La belleza de verdad viene de adentro, y todas nosotras tenemos algo que nos hace hermosas, solo hace reconocerlo y sacarlo a relucir ♡