Esta temporada fue la que mejores casos policiales tuvo y aunque siguen teniendo la misma estructura sherlockholmesca de siempre, nunca llegan a aburrir por la variedad de situaciones (a veces disparatadas) que ofrecen. Los guionistas también parecen haber encontrado hace tiempo la fórmula mágica del humor de la serie: una mezcla única entre diálogos rápidos, referencias ochenteras y pura locura improvisada a cargo de la genial pareja protagonista formada por James Roday y Dulé Hill. La química entre estos dos muchachos chorrea por la pantalla y son capaces de adueñarse de una escena con un simple intercambio de gestos. El resto del elenco no se queda atrás, Lassiter, Juliet y Henry son muy buenas contrapartidas a la locura de Shawn y llegan a tener sus momentos de gloria. Pero si hay algo que realmente perfecciona esta temporada, es el recurso del episodio homenaje. Los casos semanales temáticos siempre fueron una constante en la serie, pero dedicar un episodio entero a un género de cine o incluso a películas en concreto se está convirtiendo en una seña de identidad y en un recurso más que efectivo para episodios importantes. En "The Devil is in the Details..." homenajearon explícitamente a El Exorcista (con la actuación estelar de Ray Wise como el reverendo), en "Let's Get Hairy" Shawn y Gus se topan con un hombre lobo y en "Shawn Takes a Shot in the Dark" nuestro protagonista es secuestrado por un criminal en una historia de lo más Tarantiniana.
Pero si hay un episodio que se merece un párrafo aparte, es el que cerró la semana pasada la 4ta temporada, el increíble "Mr. Yin Presents". En este caso, la serie aborda el sub-género policial de los asesinos en serie para recuperar al único criminal que logró desesperar a Shawn: Mr. Yang, que parece haber vuelto a asesinar pese a estar entre rejas. El episodio, dirigido por el propio James Roday, es el más dramático de toda la serie y homenajea de forma espectacular (y para nada forzada) a la filmografía de Alfred Hitchcock. Una delicia de final de temporada que transportó a la serie a otro nivel, involucró a todos los personajes en un caso policial apasionante y dejó una puerta abierta más que interesante para la próxima temporada (que vuelve en Agosto, por suerte).
No los voy a engañar, Psych no es una serie imprescindible, pero tiene una mezcla de elementos únicos que la hacen una procedimental distinta a todas las demás. Gracias, en mayor parte, al carisma de sus protagonistas, es una serie que se gana tu cariño fácilmente a lo largo de las temporadas y hoy por hoy, es una de mis auténticas favoritas. Si te gustan las series procedimentales pero estás harto de copias de CSI o del jodido Mentalista, Psych es la alternativa que más risas te puede ofrecer. Recomiendo ver algún episodio suelto de las temporadas 2, 3 o 4, los de la primera pueden llegar a ser un poco primitivos ya que la serie todavía estaba en formación. A continuación una lista de episodios autoconclusivos que muestran a Psych en todo su esplendor, cartas de presentación más efectivas que el piloto:
- s01e02: "The Spelling Bee." Shawn y Gus investigan el asesinato del campeón estatal de deletreo.
- s02e02: "American Duos." Shawn y Gus investigan los intentos de asesinato al cruel juez de una versión cutre de American Idol.
- s02e15: "Lights, Camera... Homicidio" Shawn se infiltra en el elenco de una telenovela mexicana para investigar un asesinato.
- s03e05: "Disco didn't die. It was murdered!" Setentero y funky.
- s03e15: "Tuesday the 17th" Escrito y dirigido por James Roday, el episodio más oscuro de la serie dedicado al cine slasher.
- s04e04: "The Devil is in the details... and in the upstairs bedroom." Un homenaje a El Exorcista con toques de cultura Facebook.