La mañana de este domingo, el estado Nueva Esparta perdió a uno de sus más jóvenes cultores, Francisco Javier Rojas Suárez, como consecuencia del Covid-19.
Francisco Javier, de profesión Odontólogo, era también fiel representante de la música neoespartana, y voz cautivadora de las noches asuntinas.
Heredero de una voz sin igual, provenía de una familia de gran talento de la cultura neoespartana, hijo del maestro de la música Juan Ramón Rojas.
Hoy su voz se apaga a los 35 años de edad, ante un hecho tan lamentable, pero su legado permanecerá vivo en cada rincón insular donde expuso su música.
Desde la redacción de Por la calle del medio, expresamos nuestras palabras de pesar a sus familiares, amigos y al pueblo neoespartano por tan lamentable pérdida. Paz a su alma.