La pérdida es incalculable
A pesar de que su carrera como realizador llevaba paralizada más de una década (desde Leo en 2000, que le valió el Goya al mejor director), el fallecimiento del cineasta ayer en Madrid víctima del cáncer ha supuesto la pérdida de uno de los gurús de nuestra industria audiovisual. Borau no era simplemente el director que supo hace frente al franquismo al negarse a realizar cortes a su filme Furtivos, ganador de la Concha de Oro en 1975, sino que era una de esas figuras omnipresentes en cada fibra que ha hilvanado el sector gracias a su personalidad inquieta y comprometida.
Guionista, productor, director e incluso actor ocasional, Borau simultaneó todas esas labores a lo largo de once filmes con sus labores como escritor, crítico de cine y profesor, y aún sacó tiempo no sólo para presidir la Academia de Cine entre 1994 y 1999, sino también para ser la máxima cabeza de la impopular SGAE y para formar parte de la RAE.
Hoy no decimos adiós sólo a un incansable zaragozano de semblante rígido pero actitud humilde, sino a uno de esos hombres de cine que vio en el papel de celuloide la herramienta perfecta para reforzar el panorama cultural de un país cuando éste más lo necesitaba.
Tras el salto, os dejo su película Crímen de Doble Filo (1965) entera y online así como una entrevista para Aragón TV de comienzos de siglo.
Pic vía ABC.