La noticia del fallecimiento de Elena Larrea, a los 31 años, ha causado una profunda tristeza en las redes sociales de México, especialmente entre quienes la seguían por su ferviente activismo en pro de los derechos de los animales y su carrera como modelo. Larrea, conocida por su compromiso con la causa animal y su sensualidad frente a las cámaras, era una figura muy querida en su comunidad.
La activista había dedicado su vida a la defensa de los animales, creando un refugio llamado «Cuacolandia» en el estado de Puebla, donde se encargaba del cuidado de animales rescatados de situaciones de abuso y maltrato. Su labor trascendió a tal punto que el propio gobernador de Puebla lamentó su partida, destacando su incansable lucha por el bienestar animal.
La causa de la muerte de Larrea se atribuye a complicaciones de una cirugía estética reciente, específicamente a una trombosis. Esta condición, explicada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), implica la formación de un coágulo sanguíneo en una vena que no funciona adecuadamente, pudiendo desplazarse a órganos vitales como los pulmones o el cerebro, con consecuencias potencialmente mortales.
Los procedimientos quirúrgicos, especialmente aquellos que requieren anestesia general y períodos prolongados de inmovilización, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trombosis. En el caso de Elena Larrea, se cree que su reciente intervención estética fue el desencadenante de esta fatal complicación.
La muerte de Larrea deja un gran vacío no solo entre sus seguidores en línea, sino también en la comunidad de activistas y defensores de los animales, quienes han expresado su dolor y conmoción por esta trágica pérdida. Sus esfuerzos y dedicación al rescate y cuidado de animales en Puebla serán recordados como un valioso legado de su vida y obra.
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