Cuando todavía no nos hemos recuperado de la triste noticia del fallecimiento repentino de Luis Moreno Mansilla, hoy nos despertamos con la de que otro gran arquitecto pero ya de una edad más avanzada ha fallecido justo el día en que se ha otorgado el Pritzker 2012, y al que haré mención mañana.
Ésta vez se trata de Manuel de Solá-Morales, precisamente hermano del malogrado Ignasi Solá-Morales, que como Luis, falleció en una habitación de un hotel en 2001 por un ataque al corazón. Manuel (1939-2012) fue el responsable de la apertura urbanística de Barcelona al mar en las Olimpiadas de 1992, con todo el paseo marítimo y el Moll de la Fusta, también fue coautor junto con Moneo del centro comercial Illa Diagonal, entre otros muchos proyectos que han facilitado la comprensión de la ciudad de Barcelona, y su ubicación entre las urbanísticamente más avanzadas de Europa.
Otra pérdida de un gran arquitecto en muy pocos días. Esto me recuerda al otro momento similar de tristeza para la arquitectura española en el año 2000, en que nos dejó un grande como Sáenz de Oiza y por enfermedad y muy joven en la misma época, Enric Miralles.