El boxeador y medallista cubano Angel Espinosa falleció en Miami ayer por causas aún no determinadas, según confirma un post del periodista deportivo de Cuba Noire Aguilera.
El cuerpo de Angel Espinosa fue encontrado sobre las 3 de la tarde del miércoles en el gimnasio de Miami Gardens donde solía impartir sus conocimientos de boxeo e intentaba ganarse la vida.
Angel Espinosa fue uno de los boxeadores más temidos y con mejor pegada de su generación.
Durante los meses previos a su fallecimiento, Espinosa -de 50 años de edad- padecía de una fuerte migraña, de presión alta y de un grado de ceguera que requería operación, además de un fuerte cuadro de asma, al punto de que al encontrarlo muerto, una máscara de aerosol le cubría el rostro.
Seis veces campeón nacional en tres divisiones -71, 75 y 81 kilos-, Espinosa era el terror del boxeo y el niño mimado de las multitudes que admiraban su pegada demoledora -lo mismo con la zurda que con la derecha- y su presencia impecable.“La gente no sabe que él amaba el béisbol por encima del boxeo, que era tremendo bateador y poseía un gran brazo. Una vez en Holguín quiso entrar en la pelota, pero cuando vieron que era Angel Espinosa, lo obligaron a volver al ring”, cuenta Blas Mulet, amigo de la infancia.
Campeón Mundial en Reno 1986, Espinosa ganó la Copa del Mundo Belgrado 1987 y el Match Mundial de Retadores de 1988, y jamás perdió en los cuatro topes bilaterales Cuba–Estados Unidos en los que participó. Sin contar sus triunfos en torneos centro y panamericanos.
Para Espinosa, 1989 fue uno de los peores años de su vida. Tuvo problemas personales, se casó nuevamente, dejó de entrenar a profundidad y, a pesar de todo, ganó los torneos nacionales y la medalla de plata en el Mundial de Moscú.
Pero la motivación no era la misma y dejó de boxear…hasta que en 1991 le intrigó la posibilidad de ganar un puesto en el equipo olímpico a Barcelona 1992 y contra todos los pronósticos se ganó el puesto.
Su derrota en Barcelona ante el polaco Wojciech Bartnik era el anuncio del final de su carrera como boxeador.
Luego de siete años en México, Espinosa se estableció en Miami en el 2010 e intentaba ocupar un espacio como entrenador y con la ayuda de viejos amigos y fanáticos que lo admiraron en sus días de gloria.
Para siempre quedará la duda de qué habría sucedido con su carrera de haber intentado el salto al boxeo profesional.
Los medio de prensa de la isla no han hecho mención del fallecimiento de quien un día fuera hijo prodigo.
Con información del Nuevo Herald y Redes Sociales.
¿Qué Opinas?