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Falling Skies, tonterías varias

Publicado el 20 agosto 2011 por Rebecasanchez
Falling Skies, tonterías variasALERTA SPOILERS
Falling Skies se vendió como la serie del verano. La gran apuesta de la cadena TNT por la ciencia ficción. Una serie producida por el Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg. Una historia de supervivencia y superación, de invasiones alienigenas y resistencia humana. 
Una soberbia introducción nos pone en antecedentes, gran parte de la humanidad ha sido aniquilada por  extraterrestres, muchos niños y adolescentes han sido capturados y puestos a trabajar como peones anulando su voluntad con un aparato que se conecta a su espina dorsal; los pocos humanos que quedan se agrupan e intentan sobrevivir, huyendo de un lugar a otro y topándose con lo peor de la raza humana y con lo mejor de la misma.

La historia se centra en Tom (Noah Wyle), un profesor de historia convertido en militar que, junto a dos de sus hijos,  lucha contra la invasión en la Segunda de Massachusetts. Tom ha perdido un hijo, el mediano, que fue capturado por los extraterrestres y al que encontrará y rescatará durante la primera temporada. Esa es la historia y lo que podría haber sido una gran serie de ciencia ficción se queda en una sucesión de clichés, sentimentalismos y patriotismo norteamericano. El resultado es aburrido, predecible y vergonzante. Nada en Falling Skies se muestra novedoso o interesante. Los personajes son tan anodinos y pobres como una caja de cartón. Las escaramuzas y batallas contra los extraterrestres carecen de emoción y brío y son breves. No hay épica en la guerra por la supervivencia, no hay dolor, no hay fuerza. Solo se ven caras largas, niños repelentes y motos. Si la Segunda de Massachusetts es la esperanza de la humanidad para librarse del yugo alienigena, apaga y vámonos. Si esperas aventuras en Falling Skies olvídate. 


La primera temporada ha durado diez capítulos, diez capítulos de los cuales creo que sobraban cinco. En la mitad de tiempo nos podían haber contado lo mismo. Falling Skies es lenta, muy lenta, pero hay series de cocinado lento donde las cosas suceden, los personajes crecen y la emoción contenida se siente; no estamos ante una de esas series. Nada pasa, nada evoluciona, nada de nada. Y claro está, el espectador se aburre. 

Falling Skies, tonterías varias
Noah Wyle falla como protagonista, en ningún momento empatizas con su supuesto sufrimiento y cada vez que abre la boca para contar alguna batallita histórica me entran  ganas de tirarle encima todas las enciclopedias del mundo. Sus hijos podrían estar interpretados por eucaliptos que posiblemente serían interesantes. Will Patton parece perdido en un papel poco agradecido. Y no quiero hablar del resto de seres que conforman el grupo de supervivientes porque me sale la bilis por la boca. Muerte a todos empezando por la estudiante de medicina que no para de rezar a Dios y de hablar del amor del Señor.¿Y Pope? Un villano, un violador y un asesino que como sabe especiar la comida y hacer pan recibe el beneplácito de la gente y se le deja dentro del grupo. Incluso cuando la serie parecía tomar por fin un camino interesante, el cambio que experimenta Ben debido al aparato de su espalda, se aprovecha bien poco y de mala manera. ¿Y el final? Ese supuesto cliffhanger me parece insultante. ¿Tan tonto es Tom? Si y quieren hacernos creer que es el gran sacrificio de un padre por su hijo. Por favor, de él dependen decenas de personas y sus otros dos hijos, y aún así se sube en la nave. ¿Me lo tengo que creer? ¿Cuales son las motivaciones de este hombre? ¿está loco?No veré la segunda temporada de Falling Skies, es más, me sorprendió mucho la noticia de su renovación. No apostaba por ella y eso que el piloto no me disgustó pero, a medida que los capítulos se sucedían, se veía claramente que la campaña de publicidad era una gran cortina de humo para no hacernos ver lo evidente, que Falling Skies no tenía trasfondo, era una foto bonita sin historia, sin personajes y sin alma. 


Falling Skies, tonterías varias
El hecho de enfocar la serie para toda la familia hizo que perdiese garra y mala leche. Lo que podía haber sido un estudio de la psicología humana, de lo peor de nosotros mismos, un viaje al horror de la desesperación se ha quedado en unos niños probando monopatines y una pared llena de fotos. Una pared que no me impacta tanto como la que tenían en la nave Galáctica. Tom debería ser un tío más cabal, más hecho polvo y con más mala sangre. Will Patton un auténtico superviviente capaz de sacrificar a diez humanos para matar a un alien . La doctora debería drogarse para soportar el día a día. Los hijos de Tom, uno traumatizado de verdad y el otro con ansias suicidas en cada misión. Eso sí sería digno de verse. 
Miedo me da el próximo proyecto de Spielberg, esa cosa llamada Terra Nova con viajes en el tiempo y dinosaurios.

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