Japón señaló que respetará la decisión de la ONU, aunque manifestó su "profunda decepción" por la medida
La corte jurídica de la ONU ordenó a Japón detener la entrega de permisos para cacería de ballenas con fines científicos en el océano Antártico, tras una demanda iniciada por Australia .
"Es una decisión verdaderamente histórica". Así lo señala Peter Garrett, ex ministro del medio ambiente australiano, quien dio a conocer su opinión sobre el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que ordenó revocar a Japón los permisos de caza de ballenas en la Antártica.
Esto significa "que la caza científica de ballenas no existe", agregó Garrett a través de la cadena australiana ABC, y "que no vamos a ver más arpones en el océano antártico (...) estoy encantado".
En tanto, Bob Brown, el fundador de Verdes en Australia, señaló también a la cadena de televisión que esta victoria es "enorme como una ballena", agregando que "todos los australianos pueden sentirse orgullosos".
Por su parte, Claire Bass, de la Sociedad Mundial por la Protección de los Animales (WSPA), dijo que "esta decisión envía un mensaje claro a los gobiernos de todo el mundo: la explotación de animales no se va a tolerar más, y los animales tienen que ser protegidos al más alto nivel".
El panel de 16 jueces presidido por el eslovaco Peter Tomka indicó que el programa de Japón no pudo justificar la gran cantidad de ballenas enanas que desea cazar este año.
Esos resultados generaron dudas sobre la afirmación japonesa de que pesca por propósitos científicos, dijo el magistrado.
"La evidencia no deja en claro que el diseño del programa y su puesta en marcha tiene una relación razonable con los objetivos descritos"', dijo Tomka.
El vocero del Ministerio de Exteriores de Japón Noriyuki Shikata dijo a los periodistas que el país "lamenta y está profundamente decepcionado'' por la decisión.
No obstante, "como estado respetamos el imperio de la ley y como miembro responsable de la comunidad global Japón obedecerá la orden de la corte''.
El veredicto es un gran triunfo para Australia y grupos ambientalistas que se oponen a la caza de ballenas por razones éticas, aunque eso no significa el fin de esta práctica.