Ananá, ananás o piña, pero nunca anana, que me imagino será en inglés. Pero resulta que la palabra ananás viene del portugués, y tiene su origen en nana, que es la voz guaraní. Cuando veía en los yogures junto a strowberry o lemon ese extraño palabro me preguntaba qué anglosajón se la había inventado. Y resulta que no.
Pati Lera está dispuesta a llevar AP al Paisito, que así es como ellos llaman a su Uruguay*. Pati -envidia me da su paseo- encontró y corrigió este parabús en el bulevar Artigas de Montevideo y así ananás se volvió aguda. Extraña que arriba y abajo el cartel llevaba tildes, pero se habían dejado la piña guaraní. Guaraní también es el nombre de Uruguay, que lo recibe del río que desemboca en el de la Plata.
* Y esto me hace especial ilusión, no sólo porque AP pise un nuevo país. Tampoco es porque en lo personal haya haya dejado allí amores, eso no sería hablar muy objetivo, pero mi predilección por Uruguay es algo más espontánea y compleja al mismo tiempo. Nostalgia, exotismo, sosiego, lejanía y, al mismo tiempo, extraña familiaridad. Eso, choripán y murgas carnavaleras, Zitarrosa y Galeano, podrían ser el inicio de mi disertación.