Este artículo te contará todos los secretos de una parte de esta obra, una librería situada en A Coruña, Galicia. Se trata de una librería proyectada con un enfoque inicial orientado a los niños. La parte que os voy a contar ahora es el falso techo de la parte trasera.
Cuando uno se busca un estudio joven lo que uno busca es frescura en el diseño, ideas nuevas a soluciones convencionales, no por ello resultar más caro de precio.
Este falso techo resuelve al mismo tiempo el moldeo de un espacio que inicialmente no se adaptaba, aporta luz directa del sol y eléctrica, rebaja la sensación de altura haciendo un espacio más amable que es capaz de dar momentos de sorpresa. Distribuye el espacio sin la necesidad de límites en la cota del suelo.
Aparentemente son seis pirámides truncadas de tela, donde somos sus habitantes. Se ven definidas en su base por el borde limpio contra la pared, sin anclajes vistos, tornillos, perfiles… simplemente la tela y la pared; unas aristas intermedias de madera, que son unas correas que garantizan la forma. En su óculo, el remate es la claraboya, que se ve rematada de forma limpia con un cuadrado de madera y luz.
Ahora toca el momento de averiguar cómo se monta. Antes establecer más condicionantes. Además de la forma ya explicada, la instalación eléctrica, los puntos de luz y la climatización se decide que estén ocultos detrás de la tela. La decisión de utilizar este material como acabado es una cuestión de sensación, pero también de precio. ¿Qué material es capaz solucionar este área, unos 250 m2 de superficie de pirámides? y rebajar el falso techo unos 2,5 m en determinados puntos, y competir con el pladur!… se nos ocurrió la tela.
Independientemente del color y la textura de la tela, que para gustos pintan colores, lo importante de esta solución es el sistema constructivo.
Después de un replanteo con cordel y tener todas las pirámides con aristas de hilo se pasa a medir y a hacer patrones. Es en este momento que está todo replanteado con cordel cuando se pueden colocar las instalaciones previstas, para luego taparlas con la tela. ¿Cómo se accede a las instalaciones? A los enchufes, que están en la pared y en los puntos medios de las aristas, a través de cremalleras. Ojo! replantear bien, que las caras son todas distintas! Ojo de nuevo! la costura tiene un derecho y un revés!
Se coloca la estructura intermedia, fijada con cazoletas a la pared. Unos tensores fijan la estructura en sus puntos medios.
Ahora viene lo bueno. ¿Cómo se monta esto en el sitio? ¿Por caras? No! entera! Primero se prepara el suelo para no manchar la tela. Con los bordes de la tela debidamente cosidos y con un dobladillo se fijaránn a unas tablas de contrachapado de 10 mm que se quedarán ocultas, y estarán fijadas mediante tornillos premontados. Antes de unir las tablas a la tela, mediante grapado, es conveniente replantear las tablas en el perímetro, de modo que se puedan realizar perforaciones y sea fácil el montaje una vez la tela se ha fijado.
Una vez está el perímetro listo se prepara la parte del óculo. Justo debajo de la claraboya se dispone un tablero cuadrado que quedará fijo y sobre el que se fijarán los focos.
Llega el momento cumbre. El perímetro está fijado, el óculo a 5,50 m del suelo está dispuesto a recibir otro cuadrado de madera más pequeño al que está fijado el óculo de la tela, también mediante grapado. Aquí el detalle. La tela necesita ser tensada, la instalación eléctrica ser mantenida, los focos, las clarabollas, la tela poder ser lavada…
Una serie de varillas roscadas en las aristas de los dos cuadrados (en el fijo al techo y el fijo a la tela) atraviesan los dos tableros y dejan la posibilidad de hacer un tensor “gigante” de tela. La pirámide más grande tiene 6 metros de lado y base cuadrada. Imaginad como se puede montar esto, sin colocar una escalera bajo la tela, hasta el momento en que esta ya está casi en su sitio, lista para enroscar las varillas y tensar.
Una vez está en su sitio, se coloca el remate de madera superior, que oculta las varillas roscadas y refuerza la sujección de la tela, dejando un encuentro limpio entre tela, madera y la luz que bañará la tela durante el día. No cabe duda de que la tela deja pasar la luz y se convierte en una lámpara gigante cuando cesa el sol.
- proyecto: “Moito Conto” – Calle San Andrés 35, A Coruña
- arquitectos: FLU-OR
- constructora: Zimbra y FLU-OR
- fotografías: Adrián Capelo y Flu-or