Revista Cultura y Ocio

Falsos – @DomenicaPazar

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Todos aprendemos a vivir anestesiados, en permanente huida de nosotros mismos, de nuestras crueles realidades. Todos buscamos un tipo de anestesia que nos permita seguir adelante, con el mínimo dolor posible, para continuar viviendo una vida montada sobre unos falsos andamios, los que nos legaron y los que después hemos aprendido a construir sobre falsos modelos. Todos nos acabamos haciendo expertos en esconder o en maquillar nuestras cobardías y nuestros traumas. Nuestros miedos y nuestros complejos.

Todos somos unos vagabundos, en busca del afecto que nos escatimaron en la infancia, y que nunca conseguimos encontrar y mientras, vagamos y vagueamos. Y damos rodeos, sin toro. Los menos, encuentran un sentido con el que aferrarse a la vida, una labor que permita obtener un reconocimiento, una profesión, una vocación o un arte. En los peores casos, un rol destructivo, violento, de verdugo o de víctima, que no es más que ser verdugo de uno mismo.

Todos adoptamos un papel, el que se nos da bien interpretar, el que un día alguien amado nos aplaudió. Ese que nos da menos lata. El que nos hace sentir “comfy and cozy”. Los hay para todos los gustos: el de defensor de causas ajenas, el de eterno enfermo, el de padre o madre coraje, el de guaperas, el de el más listo de la clase, el de graciosillo, el de porque yo lo valgo, …. en fin, la lista es interminable. Y lo repetimos durante toda nuestra vida, una y otra vez. El problema es que, lo tenemos tan interiorizado, que se nos olvida que es un papel, y ya no sabemos si nos gusta o no, simplemente es el nuestro. Todos acabamos perdiendo la perspectiva, dejamos de saber por qué hacemos lo que hacemos, empezamos a no comprendernos, nos alejamos de nosotros mismos.

Hay muy poca gente que le eche huevos y se pare a pensar, se analice y se reconozca, se juzgue y se inste a cambiar. Es más fácil que sean los otros los que decidan, los que nos echen de sus vidas, los que nos echen de los trabajos o lo que nos dejen para septiembre. Es más cómodo culpar a los demás de los propios fracasos. Es más soportable ir de víctima, que reconocer que somos un fracaso propio.

En fin, vamos a ponernos hasta arriba de anestesia, que invito yo.

Visita el perfil de @DomenicaPazar


Volver a la Portada de Logo Paperblog