Antes de formular acusaciones contra los marinos republicanos, se hace imprescindible valorar y tener en cuenta situaciones como sabotajes en buques y Bases, especialmente también en los talleres de la Constructora Naval, la ausencia de repuestos, las redes de espionaje e infiltración de quintacolumnistas, incluso en el Mº de Marina y su Estado Mayor, la falta de oficiales del Cuerpo General a bordo de los buques, escasez que afectaba no solo al mando de la unidad (comandante), sino también a la dirección operativa de las diferentes secciones de que se compone un buque de guerra… y la desastrosas decisiones emanadas desde el Ministerio de Marina desde que Indalecio Prieto tomo posesión de su cartera y hasta su destitución por Juan Negrín en abril de 1938, fecha en la que “acepta” una inusual “embajada” que le lleva por varios países sudamericanos, continente en el que permanece hasta su fallecimiento en México.
En próximas publicaciones iré justificando lo anteriormente relatado, como muestra os dejo unos párrafos de la Circular emitida desde el crucero "Libertad" el 16 de noviembre de 1936 por el Comité Central de la Flota, destinada a todos los Comandantes y Comités de los buques:
“En el destructor “Almirante Antequera” que debía de haber quedado listo en el día de hoy, se ha encontrado, al efectuar las pruebas, una tuerca en el interior de una válvula, originando la inutilidad de la misma y por consiguiente la inhabilitación del destructor para navegar”..
“Compañeros, nos parece vergonzoso que teniendo el enemigo un solo destructor, “Velasco” (tipo Lazaga), lleve cuatro meses funcionando sin interrupción, mientras que nosotros con doce destructores modernos y dos tipo Lazaga, no nos sea posible disponer en este momento de más de cuatro unidades operativas”.
Benito Sacaluga.