Toby Valderrama y Antonio Aponte.
Esta situación de escalada oligarca violenta tiene como fin derrocar al Gobierno Revolucionario, a la posibilidad Socialista. Cada día aparecen nuevos elementos: aumento de la violencia, mayor desfachatez, mayor crueldad, ahora está todo preparado para el Factor Caracas. Veamos.
El Factor Caracas intentará ser una acción dirigida al inconsciente colectivo que sea de tal impacto que divida definitivamente las aguas, que más allá de cualquier razonamiento, de cualquier reflexión, provoque, motorice, justifique, acciones violentas, crueles contra la Revolución. Y, que al mismo tiempo, sensibilice a la opinión pública internacional para que apruebe estas acciones brutales.
Están preparando este momento. La opinión internacional es casi unánime atacando al gobierno, creándole una imagen de torturador, de violador de los derechos humanos, de dictadura. Los funcionarios gringos llevan la delantera en esta deformación de la imagen. Los supuestos aliados, cuando no callan, declaran calculadamente, con algodones, con pinzas. Sus comunicados son piezas de la ambigüedad diplomática, sólo se mojan los tobillos, no se meten en aguas profundas, no apoyan con claridad, no atacan al gringo, sólo defienden una difusa democracia. A la hora de un golpe pedirán restituirla, como en Honduras… ¡Hipócritas!
Hay excepciones: Cuba, Evo, no se podía esperar de ellos más que solidaridad.
Pero, ¿cuál será ese Factor Caracas?
La respuesta, obviamente, es muy difícil. Sin embargo, hay elementos para construir por lo menos dos hipótesis. Una, lo dice el Presidente Maduro, la ultraderecha está tras leopoldo. Otra, y que encierra quizá mayor peligro, tiene mayor fondo: el atentado a un militar de alto rango. Expliquemos.
La acusación contra los colectivos es una constante, los oligarcas le exigen al gobierno que los desarme, se les acusa de todo lo malo que pasa en la política. La imagen perversa se la han creado los medios burgueses: las motos y los crímenes se asocian a su acción, tienen un patrón étnico, color de pueblo, son objetivo para el odio de los fascistas, culpabilizados de todos los males, los que existen y los que están por venir. Leopoldo pone como condición para entregarse su disolución y desarme, capriles marchará teniéndolos como objetivos de su odio.
Hasta aquí la mitad del asunto, crean la imagen de que los colectivos son malos, que no tienen control, que son unos locos. Ahora viene la segunda parte: culparán a esos colectivos del asesinato de un militar de alto rango. Ése, piensan, será el catalizador del fin.
Leamos el párrafo final del editorial del periódico oligarca el nacional:
“Lo que la FAN debe exigirle de inmediato a nuestro adormilado Nicolás es que ni él ni mucho menos Cabello pueden seguir amamantando a esta suerte de perros guardianes del PSUV que, a la primera oportunidad, acusarán a los militares de “fascistas” y con ello se sentirán con todo derecho de disparar por la espalda a nuestros humildes soldados”.
Ya tienen la excusa para la insubordinación de los militares. Primero desprestigiaron a los colectivos y ahora preparan el terreno para enfrentarlos a los militares. Esa será la justificación para el golpe.
Son hipótesis que ilustran las posibilidades del momento político, las posibles “salidas” que alegran a la base fascista de la oligarquía. Estamos en deber de estar alertas.
¡Sin Maduro no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Maduro!