Actualmente, desde otoño de 2015, sus votantes están concentrados más en las izquierdas que antaño, (1.2.3.4 del CIS) han perdido considerables votantes potenciales del centro y derecha, muchos de los cuales han ido a Ciudadanos. Observando las dos curvas de las encuestas, se puede comprobar la horquilla que forma el decrecimiento de Podemos coincidente temporalmente con el crecimiento de Ciudadanos, muestra que se ha producido un fuerte trasvase de votos de centro y derecha que antes apoyaban a Podemos. Esos votantes que han perdido, en las encuestas, estaban situados en el 5.6.7 del eje izquierda derecha, lo cual inclina hoy a Podemos mas sesgado a la izquierda, volviendo a necesitar robar votos a IU que parecía sostenerse y todo parece indicar que volverá a sufrir una fuerte corrección por la tendencia al voto útil. El hecho es que la estrategia de crear un gran conglomerado popular entre los de abajo (90/10) parece fracasada y desviada al objetivo más razonable de consolidarse como un aglutinador socialdemócrata, que tendrá que pelearlo contra el PSOE y ambos arrinconando al máximo a IU y sus posibles alianzas territoriales. Un elemento nuevo, aunque previsible, ha aparecido en el entorno de Podemos, es la sangría que experimenta en sus apoyos por la izquierda en diversos territorios, difícil hoy de cuantificar en potencial de votantes izquierdistas, desde luego menor en número de los posibles a obtener por el centro. Veremos cómo queda finalmente el lío de las posibles coaliciones periféricas, gallegas, vascas, valencianas, catalanas, andaluzas… en las que parece que la pretensión teórica inicial de Podemos de nuclear todo se ha desvanecido bastante.
