Artículo escrito por Guillermo Fernández:
El Valencia murió de pie en su visita al Parque de los Príncipes, donde no pudo redondear un buen partido con la clasificación para cuartos de final de la Champions League.
Y es que el encuentro de ida pesó más de la cuenta. En Mestalla la derrota por 1-2 con una sensación de inferioridad tremenda del conjunto ché fue una losa demasiado grande para superarla a pesar del buen encuentro de los de Valverde.
El guión se vio claro desde el inicio. El equipo valencianista era el que mandaba en el partido. Tampoco es que el PSG hiciera demasiado por arrebatarle el dominio, buscando salir a la contra. Pero Valverde y los suyos habían aprendido la lección de la ida y no concedieron salidas rápidas a una de las mejores apuestas al contraataque del panorama europeo. Dominio, sí, pero sin alardes. Así, sólo un par de disparos lejanos incomodaron a los franceses en el primer acto, aunque la sensación de peligro era mayor de la que los disparos decían. Eso sí, Matuidi, Alex y Thiago Silva hacían que las buenas combinaciones valencianistas murieran en la orilla.
Tras el descanso, Valverde buscó algo más de magia con la entrada de Banega al terreno de juego. El argentino no respondió como se esperaba, pero el que si lo hizo, como últimamente, fue Jonas. Zapatazo del brasileño en el minuto 55 ante el que nada pudo hacer Sirigu. Las apuestas en la champions league se tambaleaban tras el gol ché, pero fue ese el momento en el que el Valencia careció de convicción. No se fueron descaradamente a por la eliminatoria. Para colmo, Lavezzi empató el partido y ni por esas los de Valverde se desataron en el campo.