Familia VergaraFamilia Vergara, familia de artistas españoles dedicados fundamentalmente a la escultura, que desarrollaron su actividad en la zona levantina, en el siglo XVIII.Los iniciadores de la dinastía fueron Francisco (1681-1753) y Manuel (1690–1778). Ambos se dedicaron a la escultura, siendo el más importante el primero, quien se formó con el artista alemán Konrad Rudolf y participó en la ornamentación de la fachada barroca de la catedral de Valencia, para la que realizó la imagen de la Inmaculada que remata el último cuerpo. A la siguiente generación pertenece otro Francisco (1713–1761), también escultor e hijo de Manuel, que trabajó en Madrid y Cuenca. Fue pensionado en Roma, donde realizó un monumental San Pedro de Alcántara, en mármol, para la basílica de San Pedro del Vaticano.
2 IGNACIO VERGARA
El artista más dotado de toda la familia fue Ignacio Vergara, primo del anterior e hijo del primer Francisco. Nacido en Valencia en 1715, desarrolló toda su actividad en la capital del Turia, donde falleció en 1776. Se educó con su padre y dio precoces muestras de su capacidad para el arte de la escultura. Poseedor de un estilo dulcemente expresivo, de formas bellas y delicadas, vinculado a las cualidades del rococó, entre sus obras más relevantes se encuentran la Virgen con el Niño, procedente de la cartuja de Porta-Coeli, que hoy se venera en el altar mayor de la catedral de Valencia, y el San Bruno de la capilla de la Universidad valenciana, espléndida imagen con la que el escultor se incorpora a la rica iconografía de este santo en la plástica española.La culminación de su arte se aprecia en la portada del palacio del Marqués de Dos Aguas, joya del rococó en Valencia. El proyecto de la decoración de la fachada se debe a Hipólito Rovira, artista de formación pictórica, quien diseñó el planteamiento ornamental que posteriormente fue esculpido en mármol por Ignacio Vergara. Su fama llegó hasta Madrid, donde fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1762. Apoyado en su éxito impulsó la creación en su ciudad natal de una academia dedicada a las bellas artes, que recibió en principio el nombre de Academia de Santa Bárbara, para después transformarse en la Real Academia de San Carlos. En ella ocupó el puesto de director de la sección de escultura en 1765, siendo nombrado ocho años después director general.Su hermano José (1726–1799), también director de la Academia de San Carlos, fue el último miembro de la dinastía que se dedicó a la actividad artística, aunque en su caso sus trabajos estuvieron vinculados al campo de la pintura, con cuadros religiosos y de historia.
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