Estamos asistiendo a un fenómeno que me preocupa. El ensalzamiento del TDAH hasta llevarlo a la cúspide la fama de tal forma que para ser famoso es mejor haber tenido un TDAH como característica positiva. En la revista Kinet News num 4 de Mayo de 2010 promocionada por un laboratorio fabricante del estimulante Medikinet (r) aparece un apartado denominado Famosos con TDAH y sale un comentario sobre el premio Nobel Santiago Ramón y Cajal. La glosa la realiza un buen pediatra/ psiquiatra de Girona, Josep Cornellá, hombre competente a todas luces pero que casi con seguridad habrá recibido alguna compensación por el escrito. He de decir que su sentido común le hace hacer un abuena reflexión sobre el riesgo diagnóstico. Mi queja viene dada por el título del apartado Famosos con TDAH. No hay más que entrar en la red para ver que el fenómeno se agranda. Si actualmente no tenemos ninguna herramienta diagnóstica ¿cómo podemos catalogar a una persona que vivió en el siglo pasado?
Una vez lo comenté, Luis Rojas Marcos, Paulino Castells y ahora Don Santiago son personajes famosos de los muchos que se irán incorporando a este tren. Si Don Luis y Don Paulino hubieran recibido tratamiento estimulante ¿estarían donde están? ¿Don Santiago hubiera sido Premio Nobel? ¿Quién es una persona sana mentalmente en estos momentos? En unos antiguos escritos podemos leer:"...porque iba instruyendo a sus discípulos. Y les decía: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán, y después de muerto resucitará a los tres días. Pero ellos no entendían sus palabras y temían preguntarle." Yo tampoco lo entendería ahora y otros muchos tampoco ¿podría tener un trastorno mental?
Me preocupa mucho la evolución que está realizando la industria en pro del TDAH porque el negocio es suculento. Da la casualidad de que acaba de salir un libro de una conocida y respetada pediatra americana, Kathi J. Kemper, a la que no tengo el placer de conocer personalmente pero sigo su trayectoria científica porque ha logrado cambiar los criterios de una institución tan sobresaliente como la American Academy of Pediatrics. Más adelante les hablaré de él.