famosos conocidos

De vuelta en Florencia, un mediodía me senté a tomar una bebida fresca en un café que estaba en la esquina de la Piazza del Duomo y vía Martelli, a la derecha de la fachada de la Catedral. (…)
Estaba solo, sentado, y sin razón ninguna, porque no era mi costumbre ir a aquel café ni a ningún otro durante el día, cuando de pronto, mirando hacia vía Calzaioli, vi que atravesaba la plaza, entre el Baptisterio y el Duomo, un joven alto con una valija muy pequeñita pendiéndole de la mano, y que ese joven venia resueltamente hacia mi a grandes zancadas.

Se me plantó delante como quien llega de pronto a su meta y me preguntó en español si yo era Pettoruti. Respondí que sí y se presentó: Alejandro Schulz Solari.

… (el escultor Roberto) Melli me preguntó, sin venir a cuento, qué pensaba yo de Miguel Ángel Lo inesperado de la pregunta me dejó perplejo. Sin inmutarse, él agregó: “Michelangelo é un cretino”. Acto seguido me expuso una serie de reflexiones inteligentemente hilvanadas para afirmar su punto de vista. Si anoto el caos, es a fin de indicar el clima que reinaba en Roma en esa época, entre la gente llamada de vanguardia.

Con Giorgio de Chirico fuimos amigos. Estaba haciendo una pintura que me pareció bastante floja y le oí decir que iba al museo de Villa Borghese a hacer copia de los antiguos, porque quería aprender a pintar como ellos. Vivía, como hasta hoy, preocupado por las técnicas de la pintura. Es verdad que en aquellos momentos, dado el cambio radical que se operaba en su arte, necesitaba absolutamente abordarlas. Había pasado de la pintura metafísica, que era plana, literaria, a la pintura realista que se le reveló de pronto, me dijo, en una suerte de deslumbramiento; la cosa para él no era fácil, puesto que la nueva manera le exigía el claroscuro, el empaste, las nuances, las esfumaduras, en general todo aquello que no había practicado.

EMILIO PETTORUTI
“Un pintor ante el espejo”