Fanático y violento no deben ser sinónimos

Desafortunadamente, es cada vez más frecuente que en las gradas de los campos de fútbol se den altercados entre barras de diferentes equipos, pasa a ser una clase de epidemia que recorre muchos países, en especial a los de América Latina, situaciones que terminan por empañar la imagen de un país y ensuciando el deporte.

No deja de ser preocupante, que a menudo se vean estos lamentables acontecimientos, en donde las personas se confunden entre ser un fanático y ser violento. Quizá, uno de los problemas está en que, en el mismo terreno de juego,  los futbolistas viven momentos tensos, propios de la adrenalina y también del deseo de ganar, generando percances que son transmitidos hasta la última butaca de la grada, lugar en el que se encuentra el aficionado, apoyando a su equipo. Sin embargo, esta es solo una de muchísimas aristas que se podrían mencionar en un problema tan complejo.

El verdadero punto que me gustaría tocar es: Lo que significa el fútbol puesto que no es precisamente violencia. El balompié es una pasión mundial que se vive con mucha intensidad y también seriedad, no es solo un juego para la mayoría de los países, sino más bien un estilo de vida. Pese al apasionamiento, las agresiones físicas no deberían tener cabida dentro de un deporte como este, porque además de todo, el fútbol es un sentimiento de amor y felicidad, antónimos de “violencia”.

Respetando las acciones de cada quien, es deber de aquel que vive en el fútbol dar el ejemplo, ser coherente entre lo que siente y en lo que hace, desde los directivos, pasando por los jugadores y aficionados, hasta los comentaristas y personas que escriben de forma independiente.

Si gano tu equipo, si perdió, nada justifica atentar contra la integridad física de alguien, no seamos partícipes de hechos como estos, por el contrario vivamos nuestro deporte respetando los gustos del otro y utilicemos todos los medios posibles para acabar con algo tan malo en el fútbol.

Desde este humilde espacio, existe un compromiso de compartir ideas, mensajes positivos, analizar,  y por su puesto de debatir (¡nos encanta!) pero jamás de avivar el fuego de la violencia.

¿Tú cómo colaborarias para limpiar las gradas de la violencia? ¡Comenta tus opiniones!