La hermana mayor de Félix Mendelssohn, Fanny Mendelssohn nació el 14 de noviembre de 1805. Ambos recibieron clases de piano de su madre para, posteriormente realizar esta gestión el maestro Ludwig Berger. Poco después, ambos entraron a la sociedad musical de Berlín y recibieron teoría y composición musical por parte de Carl Friedrich Zelter, entre 1810 y 1820.
Mientras Félix se convertía en director de orquesta, ella, perjudicada por el sexismo de la época, se tuvo que limitar a dar conciertos en privado. Ante esta situación, los hermanos que tenían una muy buena relación optaron por una solución que, en ese momento, benefició a ambos, pero que al pasar el tiempo terminó por perjudicarles: Félix firmaría varias de las obras compuestas por Fanny con el fin de sacarlas a la luz. La educación musical que recibieron ambos hermanos fue excepcional desde su niñez y altamente deseada por músicos como Robert Schumann y Richard Wagner. Durante sus primeros años de formación, Fanny fue quien recibió más ovaciones: destacaba por su virtuosismo. Su madre cuando nació dijo que tenía «dedos de fugas de Bach». Este augurio, con trece años, se convirtió en realidad al interpretar los preludios completos de El clavecín bien templado. Un año después, le dedicó a su padre su primera composición, con motivo de un cumpleaños. Poco tiempo Fanny recibió la carta en el que su padre la hacía saber sus planes sobre ella. Se casaría, viviría una vida de clase alta, y dejaría la música de manera pública.
Félix pudo visitar a Goethe en 1821, con el que entabló amistad. Fanny sentía envidia de los conocimientos que su hermano adquiriría con el escritor, aunque al siguiente año, ella también pudo visitarlo, acompañada por sus padres y hermanos, como parte de un viaje hacia Italia. Las mujeres en su familia, algunas intelectuales, gozaron de una gran educación, sin embargo, ninguna de ellas pudo exhibir sus conocimientos públicamente. El género era un obstáculo para Fanny, aunque también su clase social. La pianista Clara Schumann, contemporánea suya y de clase media, no tenía problema con ser públicamente admirada desde niña, por ser una música prodigio.
Mientras Fanny se forjaba una vida de mujer recatada, Félix salía a las salas de conciertos, publicaba sus obras y era elogiado por ellas. En 1829, Félix llegó a Londres donde fue presentado a la sociedad musical inglesa, algo clave para el éxito de su carrera. Fanny, por su parte, formalizó su compromiso con el pintor Wilhelm Hensel. Un año en el que además de decirle adiós a su hermano, le dio la bienvenida al matrimonio. Hasta entonces los hermanos Mendelssohn habían sido inseparables y uno era el confidente del otro. Félix motivaba a su hermana a continuar su carrera musical aunque fuera en privado. En octubre ella se casó con Wilhelm, aunque Félix se encontraba en Inglaterra.
Mientras Fanny mostraba dependencia hacia su hermano, intentando obtener su aprobación en cuestiones musicales, Félix dejaba en evidencia que vivía bajo la sombra del talento de su hermana. Al ver la frustración que ella sentía, por no poder realizarse completamente, Félix y sus padres la exhortaron a abrir las puertas de su casa a un círculo íntimo para que la oyeran tocar. En 1831, los conciertos dominicales se convirtieron en reuniones privilegiadas que contaban con la presencia de Paganini, Weber, Liszt y Clara Schumann, así como otros intelectuales como Goethe, Humboldty hasta Hegel.
Fanny le mostraba sus obras a su hermano y le insistía en que quería publicar sus obras con su propio nombre, pero su hermano se resistía. Las composiciones de Fanny únicamente viajaban entre su casa y la de Félix. Ella escribió más de 400 obras aunque ninguna fue dada a conocer mientras vivía, aun cuando Hensel dio su consentimiento para que Fanny Mendelssohn diera a conocer su música. Los hermanos acordaron que seis conciertos de piano escritos por Fanny serían incluidos en las Opus 8 y 9 de Félix, pero al publicar las obras no se le dio el debido crédito, aunque Fanny no tuvo problema con ello.
En 1842 Félix visitó el Palacio de Buckingham en donde tendría una audiencia con la Reina Victoria y el Príncipe Albert. La reina le pidió que la oyera cantar la pieza “Italien”incluida en su Opus 8. Félix en los días siguientes, admitió que tuvo que aclararle a la Reina Victoria que la autoría de esa canción era de su hermana. Esa no fue la única pieza que le fue adjudicada a Félix. La Sonata de Pascuas, escrita por Fanny cuando tenía 23 años. Por mucho tiempo, se creyó que esta sonata era de Félix. En 2010 Angela Mace Christian, profesora de historia musical en la Universidad de Colorado, viajó a Francia para estudiar el manuscrito de la sonata. Sospechaba que el crédito de la pieza era erróneo y después de analizar el manuscrito, cartas y diarios de Fanny, la profesora concluyó que se trataba de un trabajo de la pianista y no de su hermano. La Sonata de Pascua es una de las piezas que marcaron el final de la educación de Fanny, ya que era una obra ambiciosa que denota su perfección musical. Pensaba publicar toda su obra en 1846, pero su trabajo no pudo ser publicado porque ella murió un año después y Félix, quien podría haber aclarado toda esa información, falleció seis meses después que su hermana. Hasta 2017, por primera vez, la orquesta del Royal College of Art en Londres ejecutó la Sonata de Pascuas bajo la correcta autoría de Fanny Mendelssohn y fue presentada a un público más amplio que sus amigos cercanos y su familia.