La belleza única y la luz tan particular de los paisajes invernales finlandeses. Una belleza fría pero cálida también cuando las luces de la ciudad acentúan un halo de color naranja en medio de un bosque de abedules. Pero también una soledad, una luz translúcida, paisajes casi surrealistas para quienes nunca ha tenido la oportunidad de verlos con sus propios ojos.
Mikko Lagerstedt de 31 años vive en Kerava a solo 30 kilómetros de Helsinki.
