Revista Cultura y Ocio
Otra obra del tremebundo Anderson que ahora además de crear disfuncionales grupos sociales fusionados por el gregario sentimiento de la lealtad y el amor, nos entrega a través del stop-motion, el increíble universo de un genio que convierte el recurso en algo sublime. La historia es sencilla, aparentemente un zorro ladrón deberá proteger a su familia contra los humanos que desean exterminarlo. La fabula elaborada por el maestro de género Roald Dahl quien además escribió james y los melocotones gigantes, se centra en el conflicto de la confianza y la entrega absoluta por la fe hacia el otro que no es más al fin de cuentas que el valor de ser leal a quien se ama Una hermosa película repleta de perplejidades y asuntos tan comunes como profundos, repleta de todo lo que el buen cine siempre debería vender. Una película más de Anderson que cuando se trata de cine, lo hace como sólo los genios puede hacerlo.