De izquierda a derecha Armando Correa, Tania Bruguera,
Rosa María Paya y Yoani Sánchez
Para Tania Burguera algo más bien insignificante, al ser una artista de corte contemporáneo. Qué decir en cuanto a Yoani Sánchez y Rosa María Payá. La primera es prueba viviente de que, con frecuencia en las listas de los más populares, el criterio menos importante es la popularidad real de esas personas. A Rosa María ni se atrevieron a incluirla… las pifias tienen su límite.
Pero, ¿qué ofrece este evento? Visibilidad. Algo que las tres adoran, quieren y mendigan. Fue el señor Armando Lucas Correa Pena, actual director editorial de la revista People en Español, quien les dio las limosnas esta vez. Hizo un panel especial con ellas, estas voces “independientes” (de cualquier cosa menos del dólar estadounidense). Correa dejó clara su posición: “Ser una voz independiente en Estados Unidos no es lo mismo que ser una voz independiente en Cuba”, declara y algo de razón tiene.
Ser una voz independiente en la isla, al estilo de Bruguera, Payá y Sánchez, tiene sus beneficios: un financiamiento para nada despreciable de ONGs y la ayuda de funcionarios, embajadas y gobiernos. Si alguien lo duda, por favor, miren ropa y zapatos de las “pobrecillas”. En Estados Unidos, los independientes tienen que gestionarse y cubrirse los gastos pues desligarse de ese gran poder tiene su precio… Si no, pregúntenselo a los cubanos de a pie.
Correa Pena es cubano. Nacido en Guantánamo, estudió Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte (ISA). Fue editor de la revista de artes escénicas Tablas, asesor teatral del grupo El Público y estuvo vinculado al Proyecto Paideia. En 1991, el director de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Puerto Rico, José Luis Ramos Escobar, lo invitó a impartir talleres sobre tendencias en el teatro. Nunca regresaría a Cuba.
Antes de esa fecha, ya Armando Correa manifestaba cierto descontento con la Revolución cubana. De Puerto Rico fue para Miami y comenzó a trabajar para El Nuevo Herald. Seis años después se fue a Nueva York como reportero principal de versión en español de People.
Pero entre lo destacable de su estancia en la ciudad sureña, está su vínculo con la flotilla coordinada por el Movimiento Democracia, que gusta de hacer provocaciones contrarrevolucionarias frente a las costas habaneras.
Armando logró irse posicionando y ser una mano amiga para todos aquellos dedicados a hablar de emigración cubana bajo cánones muy precisos y parcializados. Es el caso de Mirta Ojito, emigrada a la nación norteña en la década de 1980 por el puerto del Mariel, se graduó de la Florida Atlantic University.
El actual editor principal de People en Español ha promovido espacios paralelos al sistema de la cultura cubana, mas no con la idea de favorecer el intercambio, sino de subvertir y demeritar el trabajo de los artistas de la isla comprometidos con un arte de pueblo. Esta posición es clara en su artículo sobre la obra Desamparados, en la revista española El Público, donde argumenta que la isla vive una crisis ideológica en una sociedad que sufre a su vez un caos.
Estas palabras son un estándar de otros discursos que también andan por ahí. Por ejemplo, el de las invitadas al más reciente Festival People en Español. Ha sido develado el misterio de cómo es posible que Yoani Sánchez y Tania Bruguera sean más populares que el mismísimo Papa Francisco I (a la pobre Rosa María parece que no tuvieron cómo ayudarla en eso de las influencias). Los contactos son los contactos, y los intereses políticos muy importantes para concebir estas listas e invitaciones a festivales.
Tomado de Cambios en Cuba "La verdadera historia de Armando Correa, el editor de People en Español"