Revista Opinión
pero a favor de los premios
M. H. Lagarde.- El suicida frustrado, Guillermo Fariñas, conocido en todo el mundo por haber protagonizado 23 increíbles huelgas de hambre, (si una sola de ella hubiera sido real, no hubiera llegado ni a la cuarta) acaba de asegurar que no está de acuerdo con ese tipo de protesta.
Las declaraciones de Fariñas han sido hechas a propósito de la huelga que por estos días inició el matrimonio mercenario Diosdado González Marrero y Alejandrina García de la Riva.
"No estoy de acuerdo por las consecuencias que esto acarrea, pero hay que entender que ellos están cansados de tantas promesas y las huelgas de hambre se han convertido en un mecanismo cívico para la oposición para protestar", ha explicado.
Paradójicamente, Fariñas ha aconsejado a estos compañeros (el "compañeros" es de Fariñas, no mío) que "traten de mantener su posición hasta las últimas consecuencias porque Dios ya pondrá su mano sobre ellos".
En realidad, y Fariñas lo sabe mejor que nadie, los premios a los huelguistas mercenarios cubanos no provienen de ninguna entidad divina ni nada que se le asemeje.
Si en cambio de instituciones más terrenales como el Parlamento Europeo que, al concederle el pasado año a Fariñas el premio Sajarov (50 mil euros), se convirtió en la primera asociación a nivel mundial en patrocinar tales tipo de suicidios.