Aún estoy con la boca abierta, desocupado lector, y no llevo ni medio volumen. Ahí van
dos cifras: el Yemen es un polvorín, asegura Kaplan, poblado por 22 millones de personas que disponen de 80 millones de armas de fuego. Y sólo la población musulmana de Bangladés es casi el doble que la de Egipto o Irán. No sé a qué espera para hacerse con un ejemplar. PS: [...] "el propio pluralismo de Karachi podría salvarla. Era un puerto, a fin de cuentas, con una dinámica población hindú y una comunidad de zoroástricos que ofrecían sus muertos a los buitres en las colinas conocidas como "torres del silencio". Ningún fundamentalismo religioso llegaría muy lejos aquí antes de ser acorralado por otras creencias". (citado por la página 118 de la edición de El Hombre del Tres)Revista Opinión
Ya sabe el desocupado lector de esta bitácora que soy lector devoto de Robert Kaplan. No siempre coincido con sus análisis, pero nunca me dejan indiferente. Acabo de iniciar Monzón, un viaje por el pasado, presente y futuro del Índico. Un viaje fascinante hacia un mundo lejano para nosotros: la realidad omaní, lo que puede llegar a ser Gwadar, la diferencia entre Karachi y su área de influencia y el resto de Pakistán, el carácter tradicionalmente laico del Beluchistán, el Guyarat indio, la desintegración de los vínculos comunitarios tanto en la India como en Bangladés; la diferencia entre la milenaria Bombay y la joven Calcuta, cada una en un extremo del país.