Revista Cultura y Ocio

Fascismo irlandés (2/2)

Publicado el 06 octubre 2017 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

Fascismo irlandés (2/2)

Antes de leer este post, te recomiendo que leas la primera parte de este artículo, titulada Fascismo irlandés (1/2).

Tres etapas intermedias: Irish Christian Front (ICF), Irish Friends of Germany (IFG), People’s National Party (PNP)

Tras el fracaso de Eoin O’Duffy con los Camisas Verdes, el fascismo irlandés vive un breve periodo en donde nuevas organizaciones tratan de ocupar el espacio político dejado por los Camisas Verdes.

Pero se encontraron con un periodo especial en la historia de Irlanda: la Emergencia. La Emergencia se proclamó al día siguiente de empezar la II Guerra Mundial, y fue la forma eufemística en la que el gobierno de Eamon de Valera, además de declarar la neutralidad de Irlanda en dicho conflicto bélico mundial, declaraba el estado de emergencia en el país y hacía que al día siguiente se aprobase el Acta de Poderes de Emergencia, otorgando poderes especiales al gobierno mientras durase el estado de emergencia.

Estos poderes especiales suponían hechos como, por ejemplo, el control estatal de la economía, la censura estatal de prensa y de propaganda, y, sobre todo, en relación con el tema del que estamos hablando, se ponía en marcha un gran sistema de espionaje por parte del Directorio de Inteligencia Militar del Ejército Irlandés (más conocido como el G2), para intentar evitar injerencias en Irlanda de los sistemas de espionaje británicos y alemanes.

Con este propósito, el G2 vigiló a todos aquellos que pudiesen ser simpatizantes de la Alemania nazi o de cualquier régimen político perteneciente al bando del Eje y, sobre todo, de todos aquellos que crearon organizaciones en Irlanda que simpatizaban con dicho bando.

De esta actividad de espionaje, hoy en día queda mucha documentación desclasificada que ha servido a los historiadores para poder documentar y describir los movimientos de simpatizantes irlandeses con la causa del Eje entre diferentes organizaciones de este tipo, por lo que habrá muchos antiguos miembros de los Camisas Azules y los Camisas Verdes, pasarse a algunas de estas nuevas organizaciones, y algunos nuevos miembros de algunas de estas organizaciones, acabarán pasándose al último gran movimiento del fascismo irlandés: los Arquitectos de la Resurrección (de los que hablaremos más adelante).

Estas organizaciones se caracterizarían por su brevedad temporal, y seguirían con la mayor parte de las características ideológicas propias de los Camisas Azules y de los Camisas Verdes: antisemitismo, corporativismo, autoritarismo, fascismo,…

Por orden cronológico, la primera de estas organizaciones es el Irish Christian Front (ICF). Este grupo nace al calor de la Guerra Civil española, y de la cuestión internacional sobre el apoyo o no a alguno de los dos bandos de este conflicto.

Algunos en Irlanda, pensaron que había que apoyar al bando franquista, debido a que, según ellos, Franco era “el salvaguarda de la Iglesia Católica en España” y decidieron crear esta organización en agosto de 1936 para ayudar al bando franquista (aunque en su propaganda se anunciaba más bien una ayuda a la Iglesia Católica española) y de paso, incidir en un programa antisemita, focalizado en el anticomunismo, y corporativista para Irlanda en las reuniones que realizaron en diversos puntos de Irlanda, que pudiese servir como una herramienta de oposición a la derecha del gobierno de Eamon de Valera.

Efectivamente, ayudaron al bando franquista, aunque a diferencia de O’Duffy, esta ayuda del ICF sólo fue humanitaria, basada sobre todo en el envío de suministros, no en el envío de personas al frente de combate.

Y aunque en el manifiesto de fundación del ICF se dice que esta organización no es de carácter político (o al menos no asociada con ningún partido político), lo cierto es que muchos de sus líderes, sobre todo su presidente (que se adjudicó la presidencia de esta organización sin ningún mecanismo electivo), Patrick Belton, tenían claras intenciones políticas al fundar ICF.

Cuando el gobierno del Fianna Fail de Eamon de Valera, adoptó la política de no-intervención en el conflicto español, y terminó sus relaciones comerciales con la II República española, a Patrick Belton le parecía que “las simpatías del partido Fianna Fail están enteramente con el Gobierno Rojo en España”. Este es un ejemplo de muchos otros de cómo Patrick Belton y otros líderes del ICF, trataron de manifestar públicamente su apoyo a Franco para intentar conseguir partidarios para su agenda política.

Sobre el programa del ICF, incidía fuertemente en el corporativismo, el antisemitismo, el anticomunismo, y en la influencia de la iglesia Católica y el catolicismo. En alguna de sus reuniones, comentaban sobre “llevar a cabo un sistema económico basado en las encíclicas papales”.

Además, manifestaron claramente su apoyo a la Alemania nazi y a la Italia fascista en diversas ocasiones. Dentro de ICF, había muchos antiguos miembros de los Camisas Azules que, por diversos motivos, acabaron abandonando la organización dirigida por O’Duffy.

Sin embargo, el liderazgo de Belton no era para nada lo fuerte que podría aparentar. De hecho, causó profundas divisiones en el seno del ICF debido precisamente al liderazgo de Belton, que causó muchas antipatías entre algunos miembros del ICF. De hecho, algunos de ellos se quejaban, ironías de la vida, del “autoritarismo” de Belton. Este problema de liderazgo de Belton, junto con la deriva política de ICF, fueron las principales causas de que ICF se acabase desintegrando poco más de un año después de su fundación.

La siguiente organización fue Irish Friends of Germany (IFG), que al poco tiempo cambió su nombre a National Club/Cumann Naisiunta. Esta organización fue muy vigilada por parte del G2, por razones muy comprensibles que veremos a continuación.

En 1938, el servicio de inteligencia militar alemán (Abwehr), pensó que era muy buena idea aprovechar los contactos que había hecho Eoin O’Duffy con la embajada alemana en Dublín, con el objetivo de que O´Duffy sirviese de enlace para que el Abwehr, a través de un representante, Oscar Phaus, contactase con el IRA.

¿Para qué querría la Alemania nazi contactar con el IRA? Por razones muy sencillas: en primer lugar, para aumentar las conexiones y las simpatías hacia el régimen de la Alemania nazi en Irlanda, y en segundo lugar, y lo más importante, para poder evaluar la viabilidad de una posible invasión alemana de Gran Bretaña que pudiese contar con el apoyo del IRA, a cambio de la unificación de Irlanda.

O’Duffy aprovechó este movimiento para fundar una nueva organización de clara simpatía con el régimen nazi, IFG. Pero a diferencia de lo que hizo en los Camisas Azules y en los Camisas Verdes, O’Duffy prefirió quedarse como un “poder en la sombra”, no como líder visible de dicha organización.

Se supone que la razón de este hecho, se debe a que O’Duffy podría aspirar a ser el presidente de un eventual régimen títere de la Alemania nazi en Irlanda en el caso de que, como esta organización pensaba que iba a ocurrir, el bando del Eje ganase la guerra.

Además, O’Duffy también propuso una división irlandesa de ayuda al régimen nazi en el frente del Este, aunque el régimen nazi nunca se tomó en serio dicha propuesta. O’Duffy pensaba que aún podría tener un papel importante en la lucha internacional contra el comunismo.

IFG organizó diversas reuniones a las que poco a poco acudieron muchos antiguos miembros de los Camisas Azules, de los Camisas Verdes, de ICF, e incluso algunos procedentes de otros partidos de derechas. Como organización de simpatía hacia el régimen nazi que era IFG, el antisemitismo era uno de sus principales focos de atención. Otros puntos de su programa político se basan, entre otras cuestiones, en: control estatal de la economía, creación de trabajo para todos los desempleados, entrenamiento (físico) de los jóvenes, etc.

Pero IFG ya desaparece en 1940, con tan sólo dos años de duración. Pero a continuación de la desaparición de esta organización, surge un nuevo grupo político heredero de IFG/National Party/Cumann Naisiunta, que se llamó People’s National Party (PNP). Lo lideró un antiguo pero muy activo miembro de IFG, George Griffin.

Al igual que IFG, se trata de un grupo político de abierta simpatía pro-germánica, por lo que se seguirán con la simpatía con el nazismo, y el antisemitismo que caracterizaban a su predecesora. A diferencia de IFG, O’Duffy parece que no fue invitado a participar en este nuevo grupo (aunque otras fuentes parecen decir lo contrario), pero desde luego sí que invitó a la mayoría de los antiguos miembros de IFG.

PNP focalizó sus esfuerzos en el condado de Carlow, y contó con la alianza de un pequeño grupo llamado National Monetary Reform Association, que declaraban que “no estaban afiliados a ningún partido político”, y cuyos puntos básicos de su programa eran: el establecimiento de un orden social cristiano, control estatal de la economía, y “trabajar por la abolición del sistema financiero mundial judeo-masónico”. El PNP aporta otros puntos más como el corporativismo o la reunificación de Irlanda. El PNP también produjo un par de ediciones de su propio periódico, Penapa, diario con un marcado carácter antisemita.

Afortunadamente, esta organización nunca tuvo gran influencia a nivel estatal, y ya en mayo de 1941, según algunos papeles del G2, del PNP sólo quedaba el nombre, porque en ese momento, esta organización ya había cesado sus actividades.

Los Arquitectos de la Resurrección

Fascismo irlandés (2/2)

Arquitectos de la Resurrección (nombre original: Ailtirí na hAiséirghe) fue un “movimiento político” (según ellos mismos, pero sus características son las de un partido político, aunque éstos lo negasen) creado por Gerald Cunningham (o Gearóid Ó Cuinneagáin) en 1942.

Gerald Cunningham ya llamó la atención del G2 en septiembre de 1940 por considerarlo “una persona interesada en las actividades del IFG”. En mismo mes, fundó una organización llamada Craobh, que posteriormente se cambió de nombre a Glun na Buaidhe.

Fascismo irlandés (2/2)

En esta organización, Cunningham se dedicaba, teóricamente, a dar clases de gaélico, pero la Garda Siochana descubrió que utilizaba las clases para intentar hacer una versión irlandesa de las Juventudes Hitlerianas, y lo describió como un “fanático político”. En octubre de 1942, Cunningham volverá a aparecer a nivel público, cuando realice el acto de fundación de Arquitectos de la Resurrección.

A diferencia del resto de manifestaciones del fascismo irlandés, los Arquitectos de la Resurrección fueron los únicos miembros del fascismo irlandés que recurrieron al sistema electoral en Irlanda, sistema del además tuvieron la única victoria electoral de todo el fascismo irlandés.

Ideológicamente, este partido político comparte muchas características con las organizaciones de Eoin O’Duffy (especialmente en lo referente al corporativismo), y también tiene muchas similitudes con las tres organizaciones intermedias citadas anteriormente.

Pero los Arquitectos de la Resurrección, a diferencia del resto de manifestaciones del fascismo irlandés, dieron mucha importancia al nacionalismo cultural, especialmente a la cuestión del gaelicismo como identidad nacional, y a la enseñanza del idioma gaélico.

Estamos hablando de un partido político de carácter anticomunista, antisemita, y defensor del catolicismo. Políticamente, es un partido que buscaba el gobierno autoritario de un dictador fuerte bajo un Estado cristiano corporativo, una “nueva Irlanda”.

Esta “nueva Irlanda” debía ser gaélica en el aspecto cultural, además de “gaélico-hablante” en el ámbito lingüístico, con el objetivo a largo plazo de que no se use el inglés en Irlanda (o por lo menos que el inglés no fuese la lengua vehicular de Irlanda). Es más, los Arquitectos de la Resurrección también abogaron en algún momento por la ilegalización del uso público del inglés en Irlanda, a pesar de que su propia propaganda electoral se escribía mayormente en inglés. Esto se relaciona también con una crítica a muchos aspectos de la modernidad, los cuales los Arquitectos de la Resurrección los asocian con valores británicos para incidir en el carácter despectivo de los mismos.

Los Arquitectos de la Resurrección aguardaban que el fin de la II Guerra Mundial significase también el fin del sistema liberal. A diferencia de Eoin O’Duffy, los Arquitectos de la Resurrección apostaban por el aislamiento, sobre todo, respecto de Gran Bretaña, y en general respecto de las influencias del exterior, llegando incluso a pedir la prohibición de la emigración a Irlanda.

Además, apostaban por elaborar un nuevo modelo político y económico de carácter gaélico y cristiano que fuese modelo de referencia internacional, en vez de la imitación del fascismo italiano que pretendió hacer O’Duffy tanto con los Camisas Azules como con los Camisas Verdes.

Aún así, y a pesar de la voluntad de los Arquitectos de la Resurrección de no guardar semejanzas con modelos políticos extranjeros, hay muchos aspectos ideológicos de los Arquitectos de la Resurrección que derivan directamente del fascismo italiano: el ya citado corporativismo, disciplina, fidelidad ciega al líder, totalitarismo,…

E incluso en algún panfleto electoral se citan “medidas que deberían ser tomadas para la preservación de la raza”, algo que se podría interpretar como una influencia del nazismo. En este sentido, una de esas “medidas para la preservación de la raza” era la introducción de subsidios y subvenciones para los matrimonios y las familias, otro recuerdo de algunas políticas del fascismo italiano.

En el ámbito económico, y teniendo en cuenta el contexto económico de superpoblación, emigración y altas tasas de desempleo que había en la Irlanda de esos años, los Arquitectos de la Resurrección proponían una serie de medidas destinadas a la modernización del país.

Estas medidas necesariamente requerirían del intervencionismo del Estado (o incluso llegando hasta el punto de la nacionalización), en la línea de lo que se hizo en la práctica en diferentes regímenes fascistas o parafascistas como la Italia fascista, la Alemania nazi o la España franquista: construcción de viviendas, barcos y autopistas, mayor explotación de la minería, mayor desarrollo de canales, puertos y aeropuertos,…

Fascismo irlandés (2/2)

En definitiva, suponía un intento teórico de salir del panorama económico que tenía Irlanda en ese momento, un contexto económico donde predominaba el sector agrícola, donde Reino Unido era casi el único mercado internacional donde colocar productos irlandeses, y donde la nación irlandesa carecía de muchas infraestructuras modernas existentes en otros países europeos de la época.

Otro recuerdo muy propio del fascismo italiano y del nazismo alemán en lo que los Arquitectos de la Resurrección inciden mucho más de lo que lo hizo Eoin O’Duffy es en el empleo masivo de la propaganda moderna para la difusión de su ideología. Insisten en el empleo masivo de la radio, el cine y la prensa como los medios más eficaces de adoctrinamiento de la población en los ideales de Arquitectos de la Resurrección.

Fascismo irlandés (2/2)

En la práctica, la prensa fue el medio más empleado por este partido. Tenían su propio periódico, Aiséirģe. En el año 1946, los editores del periódico alardeaban de una emisión de unos 10.000 ejemplares. Este periódico se siguió emitiendo incluso hasta los años setenta, aunque ya se disolviesen los Arquitectos de la Resurrección como partido político en 1958.

Fascismo irlandés (2/2)

Pero el objetivo primordial para los Arquitectos de la Resurrección era la reunificación de la isla de Irlanda. Argumentaban que si no se conseguía la reunificación de Irlanda, era muy complicado poder hacer realidad la mayor parte de su programa político. De ahí su principal lema de campaña: Partition must go. Una vez conseguida la unificación de la isla de Irlanda, los Arquitectos de la Resurrección apostaban por cambiar el modelo de división territorial de los condados, y sustituirlo por el modelo de las cuatro provincias históricas de Irlanda: Ulster, Leister, Munster y Connacht.

Fascismo irlandés (2/2)

El origen de las provincias históricas de Irlanda se sitúa con posterioridad al siglo VII, cuando se abandona el sistema tribal celta de los thuata. Las provincias históricas serían sustituidas en el siglo XII por el sistema de condados después de la invasión normanda de Irlanda.

Con esta intención de volver a las provincias históricas, los Arquitectos de la Resurrección buscaban fortalecer el poder del gobierno central y restarle poder a las regiones, configurando así un sistema político centralizado, donde todo el poder estuviese concentrado en las manos del jefe del Estado.

Para el caso específico del Ulster, los Arquitectos de la Resurrección buscarían un organismo de representación política en el que el voto católico fuese el mayoritario. Esta particularidad para el Ulster tiene su razón de ser en que la provincia histórica del Ulster es la única de las cuatro provincias históricas de Irlanda donde los católicos suponían una minoría social.

Esto es debido a que es el área geográfica más próxima a Gran Bretaña, por lo que fue el área geográfica donde aterrizaron miles de personas procedentes de diferentes puntos de Gran Bretaña debido a diversas guerras, campañas de migraciones y colonizaciones,… que ocurrieron en diversos momentos de la Edad Moderna, lo cual acabó convirtiendo a los protestantes en la mayoría religiosa predominante en el Ulster.

Los Arquitectos de la Resurrección participaron en las elecciones generales de 1943, 1944 y 1948, y en las locales de 1945. Fueron en esas elecciones locales donde los Arquitectos de la Resurrección alcanzaron la única victoria electoral del fascismo irlandés: 9 candidatos de Arquitectos da Resurrección en las citadas elecciones lograron tener asientos en varios ayuntamientos irlandeses.

Poco tiempo después de las elecciones locales de 1945, los Arquitectos de la Resurrección sufrieron múltiples divisiones internas que con el paso de los años, un factor que junto con el panorama mundial desfavorable para las ideologías próximas al fascismo que se inauguró una vez terminada la II Guerra Mundial, hizo que poco a poco los Arquitectos de la Resurrección dejasen de ser la opción política que fue unos años atrás, hasta que se disolvieron como partido político en 1958.

A pesar de su disolución como partido político, el periódico Aiséirģe siguió emitiéndose hasta el año 1973, siendo objeto de estudio por parte de algunos intelectuales, lo cual demuestra la mayor fuerza de los Arquitectos de la Resurrección en el ámbito cultural que en el político.

Conclusiones

¿Realmente podemos hablar de fascismo en Irlanda? Muchos autores que se mencionan en algunas de las referencias bibliográficas han debatido y opinado sobre esta cuestión sin llegar a un consenso. La mayor parte de los autores dicen que realmente no podemos llegar a hablar de un fascismo irlandés, especialmente si lo tenemos que comparar con el fascismo italiano. Pero esta apreciación general tiene matices según los autores y la manifestación que mencionemos.

Eoin O’Duffy nunca ocultó su admiración por Hitler y Mussolini, y trató por todos los medios de imitarlos y de que hubiese un sistema de gobierno en Irlanda que se asemejase lo máximo posible al gobierno del fascismo a la manera italiana. Pero O’Duffy nunca consiguió que los Camisas Azules o los Camisas Verdes fuesen movimientos atractivos para las masas.

Además, y muy especialmente mientras estuvo al frente de los Camisas Azules, tampoco fue capaz de articular un movimiento que tuviese la mayor parte de las características ideológicas propias del fascismo clásico. Con los Camisas Verdes, debido a que tenía el control absoluto de esta organización, sin la oposición interna con la que contaba en los Camisas Azules, fue capaz de introducir el corporativismo y en el antisemitismo, lo que constituye un gran paso adelante para asemejarse más al fascismo clásico, pero tampoco fue mucho más allá en este sentido.

Muchos autores consideran que O’Duffy y los Camisas Azules se caracterizarían más bien como “tradicionalistas” o de “extrema derecha” más que como fascistas, aunque hay más reticencias a emplear esos calificativos para el caso de los Camisas Verdes.

Los Arquitectos de la Resurrección podrían considerarse como el ejemplo que más cerca estuvo de acercarse al fascismo clásico, pues fueron mucho más allá de lo que consiguió hacer Eoin O’Duffy, pero tampoco consiguieron ser un movimiento atractivo para la mayor parte de la población irlandesa.

De todas formas, aunque podría haber muchas discusiones sobre si técnicamente es mejor hablar de “tradicionalismo”, “extrema derecha” o “parafascismo irlandés”, lo cierto es que en la mayor parte de las referencias bibliográficas se habla igualmente de “fascismo irlandés”, aunque en cierto sentido carezca de algunas de las características propias del fascismo más clásico.

¿Por qué en general no triunfó el fascismo en Irlanda? Es una cuestión que apenas se trata en la bibliografía, un hecho bastante llamativo. Trataremos a continuación de esbozar brevemente algunos de los posibles motivos de este hecho.

En primer lugar, un hecho que aparentemente podría parecer contradictorio: el carácter especialmente conservador de la mayor parte de la sociedad irlandesa del momento. Los partidos políticos predominantes en Irlanda incluso en la actualidad, se adscribirían políticamente a la derecha o al centro-derecha (Fine Gael y Fianna Fáil), y en mayor o menor medida, ofrecen la conservación de muchas tradiciones, atacan al comunismo, e inciden en discursos con muchos elementos del nacionalismo étnico irlandés, que constituyen un gran atractivo para los habitantes de una nación que alcanzó su independencia política en tiempos relativamente recientes, y que además fue apoyada por la mayor parte de la intelectualidad irlandesa del momento.

Por otro lado, cuestiones de carácter nacional como la promesa de la reunificación de la isla de Irlanda, en mayor o menor medida las llevan casi todos los partidos políticos de Irlanda en sus programas, tanto los partidos de derechas como los de izquierdas, incluso hoy en día.

Aunque más importante que todo lo anterior, lo realmente importante es que defienden los principios generales del catolicismo, e incluso en muchos momentos, estos dos partidos tuvieron en cuenta las encíclicas papales, hecho muy significativo en una población que en más del 90% se declaraba de confesión católica, y que tiene al catolicismo como uno de los elementos propios de su imaginario nacional.

Como se vio en varias partes anteriores de este artículo, todos estos son elementos que también conforman gran parte del ideario del fascismo irlandés. Por eso precisamente, el fascismo lo tuvo más complicado para triunfar en Irlanda, porque la sociedad irlandesa en general, a través de su voto o apoyo mayoritario a Fine Gael o a Fianna Fáil, ya conseguían satisfacer muchas de sus reivindicaciones políticas e ideológicas, y las pocas diferencias que ofrecía el fascismo irlandés respecto a estos dos partidos no fueron lo suficientemente atractivas para la población irlandesa como para cambiar esta situación y favorecer al fascismo.

En segundo lugar, las propias circunstancias históricas condicionaron mucho al fascismo irlandés. El fascismo en Irlanda aún comenzaba a andar en los años treinta, más de una década después de que lo hiciese el fascismo italiano, lo cual condicionó su desarrollo temporal y le dio tiempo a ponerse en alerta al gobierno irlandés (particularmente a los primeros gobiernos de Eamon de Valera con el Fianna Fáil) ante una posible réplica de lo ocurrido con la Italia fascista en Irlanda.

Cuando este fascismo irlandés comenzaba a madurar con el surgimiento y desarrollo de los Arquitectos de la Resurrección, ya eran mediados de los años cuarenta, el bando del Eje acabó perdiendo la II Guerra Mundial, y el miedo a quedarse aislado del panorama internacional resultante después de la guerra, hizo perder muchos adeptos al fascismo en todo el mundo, incluida Irlanda también, lo que hizo que el fascismo irlandés también se viniese abajo.

En tercer lugar, muchas de las decisiones tomadas por las personas que pilotaron el rumbo del fascismo en Irlanda, especialmente Eoin O’Duffy, condicionaron a un fascismo irlandés que sufrió muchos procesos de ida y vuelta, y especialmente muchas rupturas internas, que difícilmente podrían hacer del fascismo irlandés un proyecto político con opciones serias de ganar.

Además, ningún líder del fascismo irlandés tenía el suficiente carisma como para convertirse en ídolo de masas como lo fueron en sus respectivos contextos Mussolini o Hitler.

Pedro Caramelo (a.k.a. Simón de Eiré, a.k.a. el boinas)

Referencias bibliográficas

-Augusteijn, J. (ed.) (2002): The Irish Revolution, 1913-1923, Reino Unido, Palgrave Macmillan

-Douglas, R. M. (2006): “The Pro-Axis Underground in Ireland, 1939-1942”, pp. 1155-1183, The Historical Journal, Vol. 49, Nº 4, Cambridge University Press

-Ranelagh, J. O’B. (1999): Historia de Irlanda, Madrid, Cambridge University Press

-Sierra, L. A. (2009): Irlanda. Una nación en busca de su identidad, Madrid, Sílex Ediciones

-Soler Parício, P. (2013): Irlanda y la guerra civil española. Nuevas perspectivas de estudio, [Tesis doctoral], Andorra, Universitat de Barcelona. Disponible en: http://hdl.handle.net/2445/43983

-White, M. (2004): The Greenshirts: Fascism in the Irish Free State, 1935-45, [Tesis doctoral], Londres, University of London. Disponible en: https://qmro.qmul.ac.uk/xmlui/handle/123456789/1696

Páginas web

https://irishelectionliterature.com/index-of-electionsparty-literature/index-of-leafletd-for-others-a-to-i/

http://www.historyireland.com/20th-century-contemporary-history/ailtiri-na-haiseirghe-irelands-fascist-new-order/


Fascismo irlandés (2/2)

Volver a la Portada de Logo Paperblog