Formarse no es nada fácil, pero reformarse lo es menos aún.
Jean Cocteau
PREADOLESCENCIA
A partir de los 9 años aproximadamente el niño/a da señales de que está dejando de serlo. Comienza a tener ideas propias respecto a la forma de vestir y de asearse. Sus amigos suelen ser del mismo sexo y mantiene un equilibrio adecuado respecto a sí mismo y a su familia.
PUBERTAD
A los 11-12 años comienza un cambio físico notable, pero este desarrollo se lleva a cabo de forma desigual: las manos y los pies se desarrollan antes que los brazos y las piernas y éstos antes que el tronco. Todo ello, ocasiona que el chico/a se sienta angustiado en algunos momentos, por lo que es recomendable que los padres informemos a nuestros hijo/as acerca de estos cambios ineludibles.
Durante esta etapa, el chico/a se muestra más irritable con los padres y hermano/as. Es habitual que critique las normas ya impuestas con anterioridad pretendiendo modificarlas. Comienza a dar signos de autonomía queriendo separarse de sus padres, aunque el distanciamiento es más psicológico que físico. Es frecuente que se encierre en su habitación durante horas, por ejemplo. Todas estas actitudes sirven para que el chico/a descubra su identidad, en qué aspectos de la vida puede destacar, y forme las bases para su vida de adulto.
Aunque rehuye cualquier signo que denote su etapa de niño/a, a veces no puede evitar comportarse como éste. Por una parte desea tener unos padres que le protejan, pero por otro lado, necesita alejarse de ellos. Su interés se centra en agradar a su grupo de iguales, fundamentalmente.
ADOLESCENCIA MEDIA
A partir de los 13 años, el adolescente entra en un período de introspección e interacción con personas de su edad; en cambio se aísla de los adultos que hasta ahora influían en su vida: padre, madre, abuelos, profesores; y se hace crítico con ellos. Es habitual que vea fallos en sí mismo que le angustien, por lo que es recomendable que los padres normalicemos esta percepción de sí mismo reconociendo que nosotros también tenemos fallos.
El adolescente tiene sentimientos particulares en esta etapa acerca de las nuevas formas que su cuerpo va adquiriendo. Comienza a cobrar fuerza el estímulo sexual. Es frecuente que aparezca en esta etapa la figura del amigo/a íntimo. Suele ser del mismo sexo, lo que permite reforzar la identidad sexual del chico/a. El éxito con los estudios, con los amigo/as y consigo mismo es fundamental.
Como carece de experiencia en gran parte de ámbitos, cualquier acontecimiento que considera importante adquiere tintes dramáticos si se demora su aparición (no llevar ropa de moda, ser el último en afeitarse, ser la última de la clase en tener la menstruación.)
ADOLESCENCIA TARDÍA
Es el inicio del fin de esta etapa.
La edad de los 15 años es un período crítico, pues el joven tiene que definirse con una personalidad única y privada.
Es el momento en el que empieza el aprendizaje de la relación de pareja. A esta edad aparece la figura de la pareja “fija”. Aparecen los primeros problemas con los amigos/as debido a este tema, pues si se sale con alguien de la misma edad hacia los 15-16 años durante un tiempo prolongado, el chico/a adolescente se aleja de otros amigos, lo que impide adquirir la necesaria madurez en la relación con un grupo y también precipita el declive de la relación.
Esta etapa abarca desde los 18 hasta los 22 años aproximadamente. Es un periodo de tránsito en el que el joven empieza a experimentar cosas que sólo acontecen en la edad adulta, votar, conducir.
Este período se define principalmente por dos características:
Se accede a la independencia económica y social.
Se consolidan las relaciones de pareja.
FUENTE: www.cece.gva.es