Revista En Femenino
En estos tiempos, en donde la publicidad ha traspasado los medios de comunicación y parece atacarnos por todos los frentes, aún en nuestra intimidad, en donde un buen aliento a menta, la última edición de la fragancia más cara o una buena hidratación en la piel, parecen ser las únicas herramientas para conquistar a un hombre. En estos tiempos en donde hasta las Grandes Tiendas se encargan de seducirnos- amparadas en sus formidables acciones de Marketing- con el único fin de hacernos ceder, ante las gran cantidad de ofertas, promociones y descuentos que no podemos dejar pasar, el mercado de las "Mujeres” parece ser el foco de conquista, de muchos hombres de negocio.
Prendas únicas, exclusivas y muy accesibles- que por poco, nos lo tiran por la cabeza-cuelgan de los interminables percheros al grito de "SALE". Allí, una gran variedad de modelos nos esperan, mientras corremos ansiosas a los probadores atestados de otras mujeres en la misma situación (al parecer, felices con las sobras que otra descartó) en donde nos quitamos la ropa en cuestión de segundos, ilusionadas de que aquello, nos va a quedar igual que al maniquí …y en cuestión de segundos el mundo se nos cae encima “No hay talle”- nos dice la vendedora- solo queda en Small – que claramente descartamos, por un cierre que jamás nos cerrará o en XXL -donde deberíamos de tener dos o tres cuerpos iguales al nuestro, para poder llenarlos. Y ahí estamos, otra vez experimentando ese terrible sentimiento de rabia, frustración y bronca, por no haber llegado antes. Siempre deseando lo que no tenemos o lo que ya se agotó.
Irónicamente en la oferta del Mercado Masculino, nos sucede algo parecido. Parece ser que los “Tipos Normales” escasean y solo quedan disponibles, los Small - jóvenes inexpertos con un alto grado de inmadurez o los Extra Large – con un par de años más encima, un pasado - para nada pisado- y un régimen de visitas por cumplir. Ahora resulta que no solo tenemos que conformarnos con el stock limitado en el mundo del Glamour sino que además, la oferta de Tipos Normales, también es limitada.
Otra vez ese sentimiento de decepción generalizado por toda la raza masculina- por una relación que no funciono -y hasta quizás, resultaba ser más imaginaria que real- y por ese sentimiento de perdida de lo poco o mucho, que creíamos tener.
Parece ser, que la publicidad también juega un papel importante en este terreno y el modelito de la última temporada se impone y así, todas deseamos andar por la vida encontrando un Tipo parecido, a ese estilo de hombre que está de moda: Padre de Familia, el Hombre de Negocias, el Hippie canchero- pero que la plata no le mueve un pelo- el Independiente, el que a los 35 todavía vive con los padres, el emprendedor- que no tiene un mango por que todo lo invierte- o el que espera que la fortuna le golpeé la puerta. En fin, modelos hay para todos los gustos, lo que no se entiende es porque todas queremos tener el que más se parezca "al que tienen todas".
Claramente todas tenemos un estilo de ropa que nos define, Clásico, Juvenil, Sobrio, Ejecutivo, etc. y lo mismo pasa en la elección del prototipo de hombre que buscamos, pero al parecer, de esos Talles Normales, ¡no hay stock!
Existen algunas, a las que afortunadamente o no, todo lo que otra desecha le queda bien – de ahí la frase, "la sobras de una, son el alimento de otra"- sin pensar que, por algo, nadie se lo lleva. Y sí, fallas tenemos todos- y muchas- pero en algunos casos, resulta bastante difícil quitar una mancha en un solterón empedernido, un mamero, o uno que le sobran chicas. Acostumbrarlo a la rutina es muy difícil. Pero todo se consigue y todo se puede cambiar- casos hay miles. Y eso es lo bueno, así que a no desesperar por los “Talles Normales” o “Tipos normales” será cuestión de seguir revolviendo, que siempre hay un roto para un descocido. La moda pasa, pero el estilo es nuestro y todas podemos, por cierto, vestirnos según el Talle que más nos guste. Cecilia Giambo.