Fast and Furious 9 (Justin Lin, 2021), más conocida en Estados Unidos como F9, es la novena entrega de la franquicia automovilística más rentable de la historia. Nadie se podía imaginar que, 20 años después del estreno de la primera entrega, estaríamos recibiendo en cines una nueva secuela (batiendo además todos los récords de taquilla posibles en Estados Unidos, donde se ha convertido en el gran estreno de la era pandémica) y a la espera de que el año que viene llegue la decima entrega.Fast and Furious ha sobrevivido a todos los cambios imaginables, entre ellos la fatídica muerte de su actor principal (Paul Walker) y ahora un retraso de un año en el estreno de esta nueva parte de la franquicia. Entre medias, también ha habido idas y venidas de personajes, aunque ha sabido calibrar muy bien sus nuevas incorporaciones con el mantenimiento de los clásicos compañeros originales. Sin duda, esta saga ha sabido encontrar su público objetivo y obsequiarles con ligeros valores emocionales sobre la amistad y la familia, a la vez que abundaban la pantalla con coches, música urbana y hombres y mujeres de gimnasio. Un cine de esteroides que ha encontrado en lo absurdo una salida perfecta para explotar su contenido macarra.
De este modo, la secuelas cada vez más exageradas y auto paródicas dibujan un tipo de blockbuster más enfocado a la ridiculización de sus actos, poco involucrados en la base estructural y de personajes (no lo necesita, pues explota lo que ya conocemos de cada uno), mostrándose así como una suerte de parodia de aquel mundo que intenta representar. Sin duda, uno puede encontrar en esta deriva un interés sólido sobre la tendencia del entretenimiento -cada vez más desnuda de argumento- si no fuera porque lo que queda se siente en exceso perdido.F9 no necesita un prólogo inmenso, aunque esa vuelta al pasado de los Toretto recuerda más a los inicios de la franquicia, con la vuelta de Justin Lin tras las cámaras, para lanzarse a lo que realmente le interesa: las persecuciones, los tiros, las explosiones y las cada vez más alucinatorias piruetas automovilísticas de claro carácter fantástico. La presentación de los personajes, más allá de esos flashbacks que nos sitúan en la relación de los hermanos Toretto (el villano interpretado por John Cena es el hermano pequeño de Dominic) son inexistentes.La vuelta de antiguos personajes que se creían muertos, o que se habían apartado en la anterior entrega, son resueltas como un mero trámite para reunir a conocidos y ponerles en acción. La historia cada vez importa menos y todo avanza a base de decisiones aleatorias que nos llevan a una nueva set piece de acción. Está claro que no es un cine destinado a la reflexión, ni tampoco una cinta de acción con cualidades humanas -a base de tantas entregas han conseguido una identificación, pero está novena parte se siente excesivamente simple en este apartado- y que finalmente lo que busca y consigue es un entretenimiento palomitero cada vez más agarrado a su espectacularidad irreal.Cierto es que, esta deriva hacia lo superheroico, hacia la concepción de un mundo donde las cosas físicamente imposibles suceden, convierte a la obra en una simpática demostración del poder imaginativo del cine y la creación de ficciones. De los chicos de gueto que robaban coches y hacían carreras ilegales, a las macro operaciones internacionales contra villanos poderosos que los lanzan más allá de la Tierra (poco más comentaremos sobre este detalle). Además, esta novena entrega humoriza mucho sobre esta aparente inmortalidad de sus personajes, a los que ningún grave accidente les deja la más mínima secuela.Teniendo en cuenta que esta autoconciencia se agradece, la película acaba siendo lo que es: un divertimento hueco que debe verse en la pantalla más grande, con palomitas y un buen sistema de sonido. Sin embargo, la saga se siente cada vez más estancada en un proceso de repetición que resulta cansino y que tampoco consigue brillar en su más pura desnudez argumental. La simplificación de todo el universo a la utilización de personajes ya conocidos convierte a la saga en el producto que lleva tiempo siendo y del que no consigue escapar. Aquel producto prefabricado al que acudirán fanáticos de la franquicia, pero que demuestra su cada vez más vago trabajo de concepción, así como su poco atrevimiento a la hora de refrescar contenidos. Una película que representa perfectamente la era TikTok que vivimos: contenido calcado, consumido como pipas, que busca no exigir más de la cuenta a sus habituales espectadores.
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- ##check## Lo bueno
- Que sepa acogerse bien a la autoparodia.
Es fácil de consumir. - ##times## Lo malo
- Que resulte, cada vez más, un ejercicio vago y sin alma.
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- Ambientación 6.0
- Utiliza cientos de escenarios y países para desarrollar su trama, pero no se siente muy ubicada. Aun así, es efectiva en el uso de sus localizaciones.
- Desarrollo de Personajes 4.5
- Bastante flojo. La base ya está sentada y, más allá de la introducción del personaje de Jakob (John Cena) y su relación con Dom, la película no ofrece ningún desarrollo.
- Argumento / Guión 3.0
- Se acerca a las películas de espías, a lo James Bond, pero no puede resultar más aleatoria y ridícula. Es todo una excusa para lanzar a sus personajes a las escenas de acción que importan.
- Banda Sonora 6.0
- Una lista de Spotify con reguetón y música urbana. Realmente el tipo de música que siempre le ha pegado a esta saga y sus personajes.
- Entretenimiento 6.0
- Suficiente para aquel que busque apagar el cerebro por completo durante dos horas.
- Montaje / Innovación técnica 5.5
- El montaje es veloz como los coches, pero a veces resulta confuso. Técnicamente la película funciona, tiene grandes efectos especiales, pero su exageración es cada vez más irrisoria.
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- Puntuación Total 5.5 / 10