De unos años a esta parte he tenido algunas épocas de “bajón lector” pero nada como este año. Desde Febrero no subía una reseña, pero no sólo eso, desde entonces no he entrado ni una sola vez al blog ni he mirado el email. No me apetecía, se adueñó de mí una desgana literaria que me ha costado quitarme de encima.
Durante estos siete meses he intentado volver a la lectura. En el Instagram del blog es testigo de mis intentos fallidos. Muchos libros empezados y abandonados. Entre ellos El paciente inglés y La cúpula, libros que lograron engancharme, pero a mitad dejé abandonados. Así, decenas.
Hace unas semanas tocó ordenar y limpiar estantería y me encontré con Fauna conyugal de Laura Zigman. Antes solía apuntar la fecha cuando compraba una novela y esta llevaba en espera para ser leída desde 1999. No lo guardé, lo dejé para leer un par de páginas y, ¿qué ocurrió? Pues que esa misma noche me leí el libro de principio a fin. Me dormí a las tantas de la madrugada, pero feliz. ¡Había vuelto! Volví a sentir ese cosquilleo, esas ansias de no parar hasta terminar la última página, en definitiva, volvieron mis ganas de leer. No puedo decir que haya vuelto a ser esa devoradora de libros, pero ya han caído dos novelas más así que estoy muy contenta. Eso sí, he tirado de novelas que llevaban muchos años esperando en mis estanterías. Como se suele decir cada novela tiene su momento para ser leída. Les dejo con la reseña de la causante de mi desbloqueo. Fauna conyugal, Laura ZigmanEmecé, 1998Chica joven, o no tan joven, se enamora de treinteañero superguaperas, que es maravilloso pero vive con otra, con la que por supuesto no ha hecho el amor en siglos y está a punto de separarse. El sueño dura hasta que la chica habla de sus planes de futuro, lo cual hace que el superguaperas opte por largarse, y no para volver con su anterior compañera precisamente...Es irónico, como poco, que sea precisamente una novela de género chick- lit la que haya logrado sacarme de mi apatía lectora. Con lo poco que me gusta.
Me cuesta mucho reírme con una historia, tiene que ser tremendamente buena para que logre arrancarme una sonrisa. Fauna conyugal no es una maravilla literaria, pero en más de una ocasión me he encontrado sonriendo y es porque la autora es una verdadera artista a la hora de contar y sobre todo hacer un retrato de cierto tipo de hombres. Jane trabaja en un canal de televisión. Tiene a sus espaldas muchos desengaños amorosos y nos lo cuenta con pelos y señales a través de la novela. Todo ello, más su nueva relación, ayuda a hacernos una idea de las teorías sobre la mente masculina que Jane va montando. Ray en el productor del programa, compañero de trabajo de Jane y su próximo amor. La historia comienza y una como lectora se va dando cuenta de que es un amor abocado al fracaso ¿por qué? Porque somos conscientes de todo aquello que Jane no ve, cegada como está, por el amor que siente hacia Ray. No puedo decir que Fauna conyugal sea una obra maestra, pero me ha sorprendido muy, muy gratamente la forma en la que la autora ha creado esta historia. La novela va dividida por capítulos que pasan desde la “Fase precopulatoria – El mito de la timidez masculina” a “Fase poscopularotia – La decadencia de la felicidad y la metamorfosis de la vaca nueva en vaca vieja”. Me explico, gracias a sus anteriores relaciones, y a las relaciones de sus amigos y compañeros de trabajo Jane se da cuenta que hay un tipo de hombre que sigue un patrón que denomina Vaca vieja – Vaca nueva. De verdad, me encantaría contarlo pero no lo haré porque todo lo que rodea esta teoría es lo más divertido de la historia y aunque suene raro… ¡Tiene razón! Estoy segura que todos conocemos a hombres que siguen las mismas pautas que Ray y tantos otros que salen en la historia.Fauna conyugal ha sido un soplo de aire fresco y creo sinceramente que lo será para todos aquellos que estén pasando por un bache lector como el mío. Para aquellos a los que les guste el género es una lectura obligada y en general yo la recomiendo muchísimo.
Una historia sencilla pero tremendamente adictiva y con mucha chispa.Por cierto, me he enterado estos días que esta novela tiene película y se llama Siempre a tu lado.