Y Fassbender se hace con el de Mejor ActorTotalmente justo para algunos, mientras que otros medios tachan el palmarés de la 68 edición de la Mostra de Venecia como una broma pesada. La razón no es otra que la negación del premio gordo a la alabada Shame, de Steve McQueen, que se ha comido los mocos mientras que ha sido la adaptación de la obra de Goethe, Fausto, la gran triunfadora, del ruso Aleksander Sokurov. Parece ser que este año el cine norteamericano ha cotizado a la baja durante el festival y que el jurado presidido, recordemos, por Darren Aronofsky, ha preferido tirar por nombres cuasi-desconocidos y un cine más melodramático y serio.
Más detalles de los ocurrido en la tierra de las góndolas, tras el salto.
Sokurov ha basado sus anteriores cintas en personajes así mismo históricos. Lenin, Hitler o Hirohito han sido protagonistas de su cine, pero su obra más conocida y elogiada hasta ahora había sido el semi-documental El Arca Rusa. Muchos dicen de Fausto que es excesivamente densa, aburrida y que lo único que la salva es su estética visual, firma de la casa del director ruso. Los que hayan leído la obra de Goethe conocerán su complejidad. Aquí Sokurov nos relata una historia grotesca sobre la corrupción del poder.
Pero no todo nos va a sonar a chino -y a ruso en este caso- en la lista de galardonados de la Mostra de este año, porque el gran y tan de moda Michael Fassbender se ha llevado el premio a Mejor Actor por su papel en la gran menospreciada por el Jurado Shame. Steve McQuenn se ha ido de vacío con un film que cuenta con un reparto de toma pan y moja en el que la monada de Carey Mulligan también asoma la cabecita. La película cuenta la historia de un treintañero que no es capaz de controlar su vida sexual. Una cinta repleta de escenas subidísimas de tono que rozan lo pornográfico, según dicen, y resulta un duro análisis sobre la naturaleza de la necesidad, de cómo los humanos vivimos nuestras vidas y reaccionamos ante las experiencias que marcan nuestro camino.
El resto de los premiados, lo dicho, nos suenan a chino. .El León de Plata al mejor director recayó en Shangjun Cai, por Ren Shan Ren Hai. Deannie Yip se ha alzado con el premio a Mejor Actriz por el drama familia Tao Jie (Ann Hui), un reconocimiento en el que tanto Jurado como crítica han coincidido de buena gana. Terraferma, de Emmanuele Crialese, fue galardonada con el Premio Especial del Jurado cumpliendo el protocolo que dicta que al menos una producción italiana ha de ser -disimuladamente- reconocida cada año.
En definitiva, un festival que ha apostado por un cine que rechaza la producción norteamericana en pos de obras sin mucha proyección a nivel internacional en un principio y creadas por cineastas en cuyo país de origen el séptimo arte no ha tenido un desarrollo muy extenso dentro del marco global. Una balanza que de continuar así abre un debate: ¿Es beneficioso premiar películas cuyo recorrido no va a sobrepasar el festivalero o galardonar filmes con un futuro mucho más prometedor en cuanto a la distribución comercial? Ahí lo dejo.
El palmarés completo lo encontraréis aquí.