Queda menos de una semana para que empiece el Mundial 2010, por lo que podemos arriesgarnos a realizar una prospección del papel de los favoritos en función, tanto de sus resultados en esta especie de pretemporada mundialista como, sobre todo, de las expectativas creadas en torno a cada equipo. Nos mojaremos y ofreceremos nuestro veredicto sobre el grado de fiabilidad de cada selección candidata, previa advertencia: no somos adivinos.
ESPAÑA: Dos victorias más que ajustadas ante dos rivales de escaso peso, Arabia Saudí y Corea del Sur. Lo peor, que el equipo en muchas ocasiones no juega directamente a nada, confundiendo el toque y la posesión con el neto dominio del juego, o el fin con los medios. Tocar por tocar no sirve para nada, y bajo el mando de Del Bosque esta confusión se ha producido ya en demasiadas ocasiones. Lo mejor: España gana hasta jugando mal. Y esta virtud, en un Mundial, vale su peso en oro. Como el respeto de casi todos hacia la campeona de Europa.
Nuestra apuesta: Se mantiene
BRASIL: Sólo ha jugado un amistoso (3-0 ante Zimbabwe), en el que, pese a lo holgado de la victoria, ofreció una imagen gris. Sería de necios esperar otra cosa de un equipo dirigido por Dunga, y, por lo tanto, lleno de futbolistas planos, sin el talento que siempre se espera de los brasileños. O sea, como él. Pero esto es un Mundial y aquí la historia también juega, y nadie tiene más batallitas que contar que Brasil. Además, su estrella, Kaká, se ha tomado un año sabático en Madrid. Bien descansadito, puede ser peligroso.
Nuestra apuesta: Se mantiene.
Italia: Pese a nuestra posterior apuesta sobre la azzurra, que quede claro: nadie debe menospreciar a Italia. Pueden no jugar un pimiento, pero eso no les impide ganar Mundiales, como el de Alemania o el de España’82 (tres empates en los tres partidos de la primera fase). Italia es uno de esos equipos que va ceciendo con el torneo, por lo que uno sólo puede relajarse cuando ve las fotos de los chicos llegando cabizbajos al Aeropuerto de Roma. Y, si es en la primera fase, mejor. Por lo demás, han perdido 2-1 ante México y, además, su futbolista más creativo, Andrea Pirlo, está lesionado.
Nuestra apuesta: Baja.
Alemania: De todos los favoritos, el que mejor imagen ha mostrado. Dos victorias claras y sin discusión, aunque también sin demasiado brillo, ante Hungría (3-0) y ante Bosnia-Herzegovina (3-1) han disipado las dudas en torno al rendimiento del equipor tras la lesión de su capitán, Michael Ballack. Alemania mantiene su carácter granítico de toda la vida y acude a Sudáfrica con la ambición que le faltó en su Mundial, el de 2006, en el que, pese a todo, hizo semifinales.
Nuestra apuesta: Sube.
Argentina: Un amistoso y una contundente victoria ante Canadá (5-0) son, por ahora, los avales de la selección de Maradona. Y es precisamente en la capacidad técnica del seleccionador donde radican las dudas sobre la fiabilidad de una selección que presenta, sin duda, el mejor potencial ofensivo del torneo. El Diego, eso sí, puede estar engañándonos, o al menos intentándolo. Sus constantes bravuconadas recuerdan a esa táctica mourinhista de atraer toda la presión sobre él para descargar a sus jugadores. Además, la albiceleste es, por genética, competitiva.
Nuestra apuesta: Se mantiene.
Francia: Les Bleus han ido de más a menos: un triunfo, un empate y una derrota (ante China, que jugó con 11, no como en el chiste), jalonan el camino de los hombres de Raymond Domenech hacia el Mundial. El míster francés, un tipo al que odia hasta el mismísimo Sarkozy, sabe que lo lleva crudo para repetir lo de 2006, cuando los abuelos galos, liderados por el gran Zidane, estuvieron a punto de conquistar su segundo Mundial. Mucho tendrá que hablar Domenech con La Bruja Lola para que Francia pase de octavos.
Nuestra apuesta: Baja.
Inglaterra: No digan que no lo avisamos. Éste puede ser el Mundial de Inglaterra, aunque a Fabio Capello le haya dado un ataque de entrenador dejando al valocísimo Theo Walcott en las Islas. Debe pensar el italiano que tiene arsenal suficiente, y no le falta razón: los dos Cole, Lampard, Gerrard, Lennon, Rooney… Un pequeño problema: no tienen un portero de garantías. De momento, les avalan los resultados: triunfo convincente ante México y afortunado ante Japón.
Nuestra apuesta: Sube.
Holanda: Es posible que no hayan visto a Holanda en muchas listas de favoritos, pero eso es porque la gente sabe poco de fútbol. O de historia, porque el fútbol le debe un Mundial a Holanda, que acude a la cita de Sudáfrica, como casi siempre, con una discreción que oculta un equipo capaz de hacerle un traje a cualquiera. Liderado por los ilustres repudiados Robben y Sneijder, los oranje han recuerado además a Van Persie, un atacante elegantemente mortal.
Nuestra apuesta: Sube
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