Ghazi Nasr al Din protegido por régimen de Nicolás Maduro, segundo secretario del consulado de Venezuela en Syria
Ghazi Nasr al-Din, alto diplomático venezolano, incluido en la lista de terrorismo del FBI
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE.UU. incluyó hoy en su lista de terrorismo al libanés Ghazi Nasr al-Din, quien según el Departamento del Tesoro fue alto diplomático venezolano al contar con doble nacionalidad, debido a su presunta colaboración con donantes del grupo libanés Hezbollah.
Según un escueto comunicado del FBI en Miami (EE.UU.), las autoridades federales andan buscando el paradero de al-Din, quien es ciudadano libanés y venezolano.
Las autoridades federales informaron que al-Din, que habla árabe y español con fluidez, es sospechoso de actuar como recaudador de fondos para Hezbollah, un grupo paramilitar identificado como organización terrorista por Estados Unidos y otros países occidentales.
En 2008, el Departamento del Tesoro señaló a Ghazi Nasr al-Din como un partidario de Hezbollah establecido en Venezuela que hacía uso de su condición de alto diplomático del país sudamericano para proveer apoyo financiero al grupo terrorista.
"Es extremadamente inquietante ver al Gobierno de Venezuela emplear y proporcionar amparo a un facilitador y donante de Hezbollah", señaló en aquel entonces Adam J. Szubin, director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro (OFAC).
De acuerdo a este organismo, al-Din ejerció como funcionario diplomático en la embajada de Venezuela en Siria y luego fue designado como director de Asuntos Políticos en la Embajada de Venezuela en Líbano.
El comunicado del FBI identifica a Ghazi Nasr al-Din como una persona de contextura mediana de 1,7 metros de altura y cerca de 80 kilos de peso.
La denominada "Búsqueda de información - lista de terrorismo" es un listado del FBI que identifica a personas sospechosas por este cargo pero que no han sido imputadas en Estados Unidos.
EFE
Ghazi Nasr el-Dine, incluido ahora en la lista de terroristas buscados, participó en reuniones con el cartel de los Soles.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos ha puesto en su lista de posibles terroristas buscados a Ghazi Nasr al-Dine (también escrito como Nassereddine), un libanés-venezolano vinculado con Hezbollah y que al parecer ha colaborado en el tráfico de droga con el paraestatal cartel de los Soles a través de Tareck el Aissami, exministro de Interior y ahora gobernador de Aragua.
Después de que el lunes llegara a EE.UU. el exjefe de seguridad de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, para testificar en una posible causa contra ese dirigente chavista como capo del narcotráfico, el FBI colocó el jueves en su lista de personas buscadas a Nasr al-Dine, cerrando aún más el cerco sobre el cartel de los Soles.
El Tesoro de Estados Unidos ya incluyó en 2008 a Nasr al-Dine en su lista negra por auxilio del terrorismo debido a sus vinculaciones con Hezbollah. Las razones entonces esgrimidas son resumidas en la nota aparecida ahora en la página web del FBI. Esta menciona sus encuentros "con oficiales de Hezbollah en el Líbano para discutir asuntos operacionales" e indica que recaudó fondos para ese grupo y coordinó la apertura de un centro comunitario y una oficina en Venezuela patrocinados por Hezbollah.
Son hechos relativos a 2005 y 2006, cuando Nasr al-Dine se estrenaba como ministro consejero en la embajada venezolana de Damasco. Su carrera diplomática fue potenciada cuando en 2007 Nicolás Maduro pasó a ministro de Exteriores. Con el visto bueno de este, se dedicó a la entrega de visados a numerosos libaneses, en un proceso que alarmó a los diplomáticos de carrera, de acuerdo con documentación interna a la que ha tenido acceso ABC.
Una investigación federal estadounidense apuntó a la colaboración en materia de pasaportes con Al Aissami, de origen sirio-libanés, quien esos años era ministro del Interior: esta vía se consideró como la puerta de Suramérica para Hezbollah. De hecho, el propio Nasr al-Dine usó personalmente diversos pasaportes.
En Venezuela, Nasr al-Dine y otros elementos de Hezbollah han estado implicados en el narcotráfico. En 2009, cuatrocientos kilos de cocaína fueron enviados al Líbano, transportados en el estratégico vuelo de Conviasa, la línea de bandera venezolana, que cubría la ruta Caracas-Damasco-Teherán. Desde Damasco la carga fue llevada por tierra hasta la frontera libanesa, donde dos ciudadanos venezolanos y dos libaneses fueron detenidos.
La relación de Nasr al-Dine con el paraestatal cartel de los Solesse ha mantenido a través de Al Aissami, quien es uno de sus destacados miembros, de acuerdo con las revelaciones del jefe de seguridad de Cabello. Según indicaron a este diario fuentes militares, en una reunión celebrada en primavera de 2013 en Puerto Ordaz y que reunió a los principales agentes del narcotráfico venezolano, Al Aissami llegó con Nasr al-Dine y otro miembro de Hezbollah. Al encuentro también acudieron dos dirigentes de las FARC.
Oday Nasr al-Dine, hermano de Ghazi, ha dirigido un campo de entrenamiento de Hezbollah en el estado Yaracuy.
El presidente Nicolás Maduro actuó como uno de los principales promotores de las operaciones de Hezbollah en Venezuela, manteniendo un contacto directo con uno de sus principales operativos que formaba parte de su cuerpo diplomático cuando se desempeñó como canciller desde agosto del 2006 hasta principios del 2013.
Fuentes de inteligencia dijeron a El Nuevo Herald que Ghazi Nasr al Din, señalado por el gobierno de Roger Noriega como uno de los más importantes representantes de Hezbollah en Venezuela, se mantenía en constante comunicación con el actual líder de la Revolución Bolivariana cuando se desempeñaba como agregado comercial del país sudamericano en Siria.
"Maduro es quien le da cubierta a Ghazi, que es la persona que controlaba todas las actividades de Hezbollah en Venezuela", dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
Ese nombramiento le procuró a Ghazi la cubierta diplomática que necesitaba para moverse libremente en el exterior, desde donde coordinaba todas las operaciones de Hezbollah en Venezuela, dijo la fuente.
Hezbollah, una entidad libanesa fundada por un contingente de la Guardia Revolucionaria iraní y que es financiada por Teherán, es considerada por Washington y otros países como una organización terrorista.
Al incluirlo en su lista negra, el departamento del Tesoro dijo en el 2008 que Nasr al Din era un agente de Hezbollah en Venezuela que hacía uso de su posición como diplomático venezolano en los vitales esfuerzos de la organización de obtener financiamiento.
"Nasr al Din ha asesorado a los donantes de Hezbollah durante los esfuerzos para captar fondos y ha suministrado a los donantes información específica sobre las cuentas bancarias en las que los depósitos pueden ir directamente a Hezbollah", declaró el departamento del Tesoro.
"Nasr al Din se ha reunido con altos funcionarios de Hezbollah en el Líbano para discutir temas operacionales, y también ha facilitado el viaje de integrantes de Hezbollah hacia y desde Venezuela", agregó el pronunciamiento.
Según el documento, el diplomático venezolano facilitó el viaje a Caracas de dos diputados de Hezbollah en el Líbano que buscaban donaciones y organizó los viajes de integrantes de la organización a Irán para participar en un curso de entrenamiento.
Las fuentes consultadas dijeron que Nasr al Din mantenía una línea de comunicación directa con Maduro, cuando éste se encontraba a la cabeza de la cancillería venezolana.
"Cada vez que tenía un problema contactaba directamente a Maduro, saltándose la cadena de mando, incluyendo al viceministro para Medio Oriente. Tenía una línea directa, siendo un individuo claramente identificado por Estados Unidos como uno de los elementos más importantes que tiene Hezbollah en Venezuela", sostuvo.
En una reciente audiencia ante el Congreso, el ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Roger Noriega, dijo que funcionarios de alto rango del gobierno de Venezuela se han convertido en agentes de Hezbollah, brindando respaldo material y logístico para las operaciones terroristas del grupo, incluyendo armamento, financiamiento y hasta documentación venezolana.
"Este tipo de cooperación ha convertido a Venezuela en uno de los aliados más importantes que tienen Irán y Hezbollah en el mundo", dijo Noriega. "Ellos tienen colaboradores que por más de una década han ocupado cargos de alto rango en el gobierno venezolano".
Posteriormente, en una entrevista con El Nuevo Herald, Noriega describió las relaciones de Hezbollah con el gobierno bolivariano como "fuertes y de larga data", y expresó temor de que la Revolución Bolivariana, ahora con Maduro en el timón, se acerque aún más a la organización terrorista.
"Estoy muy preocupado por la posibilidad de que esta situación empeore bajo el liderazgo más débil de Maduro, quien podría depender más de ellos -y aumentar la cooperación con estos grupos terroristas, al igual que con Irán- que Chávez. Maduro no parece contar con la fortaleza ni la inteligencia como para evaluar el costo potencial que este tipo de relación podría tener para Venezuela", puntualizó.
Maduro, por su parte, ha desestimado la gravedad de esos comentarios, atribuyéndolos a los pronunciamientos "demenciales" de algunos ex funcionarios estadounidenses.
"Nosotros solo le decimos a los enemigos de nuestra patria, se lo hemos dicho, inclusive, a le élite de los Estados Unidos; le hemos enviado un mensaje en nombre del gobierno revolucionario al presidente [Barack] Obama: presidente Obama, pare los locos que usted tiene", advirtió el lunes Maduro.
"Roger Noriega y [el ex subsecretario de Estado] Otto Reich siguen conspirando y manejando mucho dinero para destruir la paz social de nuestro país. Si ustedes lograran perturbar con esos locos la vida social de nuestro país [...] lo que podrían provocar es que esta revolución cambie de carácter y pase de la pacífica revolución que hemos tenido [...] a otras formas de hacer revolución donde nos radicalizaríamos hasta las profundidades en la búsqueda del respeto a la soberanía de nuestro pueblo", agregó.
Luis Fleischman, profesor adjunto de Sociología y Ciencias Políticas del Wilkes Honor College, de Florida, dijo que el gobierno bolivariano, cuando el presidente Hugo Chávez se encontraba al frente, encontró gran afinidad con las organizaciones antiestadounidenses, como Hezbollah.
"Desde el inicio hubo una tendencia de Hugo Chávez de usar a toda esta gente que tiene entrenamiento para este tipo de actividades. Ayudando a algunos de los elementos de Hezbollah a recaudar dinero", comentó Fleischman.
Tomado de El Nuevo Herald