“Fear in the Night” (1972), es un thriller del director Jimmy Sangster, el cual está protagonizado por Judy Geeson, Ralph Bates, Joan Collins y Peter Cushing.Peggy (Judy Geeson) ha estado en tratamiento psiquiátrico por algún tiempo. Ahora, prácticamente curada, ultima los preparativos para irse con su marido (Ralph Bates) a una pequeña escuela en el campo, donde es profesor. La noche anterior a su viaje, Peggy es atacada por un misterioso hombre con un solo brazo. Ni el campo, ni su encantadora casa, logran borrar de su memoria lo ocurrido. Peggy sigue intranquila y la escuela le produce un incontrolable pavor, el cual pronto se mostrará justificado.
Durante la primera mitad de los sesenta, la Hammer intentó probar suerte en el mundo del cine de suspenso de la mano del guionista Jimmy Sangster y del director Freddie Francis. En 1963, Sangster escribió un guión titulado “Brainstorm” para la Universal, cuyo rodaje se complicaría en múltiples ocasiones. Originalmente, se había planeado filmarlo en un lapso de seis semanas durante el otoño de 1964, tras lo cual se intentó sin éxito rodar la cinta al año siguiente. En 1967, Sangster cambió el nombre del guión a “The Claw”, en referencia a uno de los personajes el cual utiliza un brazo ortopédico. Este borrador estaba listo para ser producido por Anthony Nelson Keys y dirigido por Freddie Francis a fines del sesenta, sin embargo, nuevos inconvenientes terminaron por aplazar la filmación para principios del setenta. Finalmente en 1971, Sangster rescató su guión del olvido y junto con el guionista Michael Syson, rescribieron la historia ubicando la acción alrededor de una pequeña escuela rural, y disminuyeron la cantidad de personajes para así evitar cualquier tipo de problema que pudiera causarles el minúsculo presupuesto del que disponían para filmar la cinta. Junto con esto, Sangster decidió sentarse en la silla del director por tercera y última vez al interior de la Hammer, para así poder tener un mayor control de su proyecto.
Básicamente, el guión de Sangster no aporta nada demasiado nuevo al género del thriller psicológico. En pleno proceso de recuperación de una crisis nerviosa, Peggy contrae matrimonio con Robert, un maestro que trabaja en una exclusiva escuela rural. Poco antes de mudarse al hogar de Robert, Peggy es atacada sin motivo aparente por un hombre con un solo brazo. Lo mismo sucede una vez que ya está instalada en la casa que se encuentra a sólo unos pasos de la escuela donde trabaja su marido. Lamentablemente para ella, al no existir pruebas de los ataques y considerando su reciente historial psiquiátrico, nadie cree realmente que Peggy esté siendo acosada por un hombre misterioso, sino que todo da para pensar que los supuestos ataques no son más que un producto de su perturbada imaginación. Para colmo, la atmósfera existente en el colegio no ayuda demasiado a tranquilizar a la cada vez más angustiada Peggy. Pese a que la escuela está completamente desierta debido a que el semestre aún no ha comenzado, ella asegura que ha escuchado las voces de los niños al interior de las salas de clases, y que durante la noche alguien camina por los pasillos del abandonado colegio.
Intrigada, un día Peggy decide visitar la escuela donde se encuentra con su director, Michael Carmichael (Peter Cushing), un hombre decididamente siniestro que no tarda en ponerla nerviosa. Lo mismo sucede con la esposa de este, Molly (Joan Collins), quien se muestra abiertamente hostil con la recién llegada. Es en este inquietante escenario donde Peggy tendrá que hacer lo posible por descubrir que es lo que realmente sucede a su alrededor antes de que pierda por completo la cordura. Para quien está familiarizado con este tipo de cintas, no le resultará tan complicado adivinar hacia donde se dirige la historia, pese a que Sangster hace lo posible por retratar al personaje de Bates como un esposo considerado y cariñoso, mientras que al personaje de Cushing lo describe como un tipo claramente desequilibrado e inquietante (de hecho, existen dos escenas claves que además de presentar ciertos elementos del cine de terror, tienen como objetivo principal dirigir las sospechas hacia Carmichael). Probablemente es cuando Molly entra en escena, que el misterio tras los ataques de pronto se torna más claro y evidente para el espectador.
Pese a la aparente obviedad de la historia, Sangster es lo suficientemente inteligente como para reservar algunas interesantes vueltas de tuerca para el tramo final del film. En gran medida lo que ayuda a que esta película funcione de buena manera, es la atmósfera que el director le imprime al relato. Sangster ocupa gran parte de la primera mitad de la cinta para establecer que algo extraño sucede en el colegio, mediante una serie de tomas que lo retratan como un lugar realmente escalofriante. Además, el hecho de que los cuatro personajes principales sean inquietantes en algún grado, ayuda a aumentar el interés por la historia ya que eso provoca que en cierta medida sean impredecibles. Durante un momento del film incluso la protagonista actúa de manera sospechosa, lo que provoca que inevitablemente pensemos que algo se trae entre manos. Un poco ligado con esto último, al insertar algunas escenas donde Peggy está en la consulta de su psiquiatra en medio de la historia, de cierta forma provee al relato de un cierto aire onírico que hace suponer que todo no es más que una oscura fantasía de la protagonista, cuyos participantes no son más que algunas de las personas con las que ella se relacionaba en su pasado.
Uno de los puntos más altos del film consiste en el trabajo del elenco. Ralph Bates interpreta de buena manera a un hombre que pese a su bondad aparente no resulta del todo confiable. Peter Cushing por su parte, interpreta de manera espectacular al sospechoso director de la escuela, logrando que su personaje se mueva en la delgada línea que lo separa de ser un tipo excéntrico de un maníaco homicida. Lamentablemente, Cushing sólo aparece algunos breves minutos en pantalla, los que sin embargo dejan una profunda impresión en el espectador. Por el lado de las actrices, Joan Collins resulta creíble como la antipática esposa de Carmichael, mientras que Judy Geeson, en quien reposa gran parte del relato, no sólo interpreta de buena manera a una mujer claramente vulnerable e inocente, sino que además logra que su personaje proyecte un cierto desequilibrio mental sin la necesidad de sobreactuar. Igual de destacable que la labor del elenco resulta ser el trabajo de fotografía de Arthur Grant, y la banda sonora compuesta por John McCabe, la cual resulta ser tremendamente efectiva a la hora de aumentar la tensión de ciertas escenas.
Para tratarse de una producción de la Hammer realizada durante los setenta, resulta sorprendente que esta película no contenga escenas de desnudez o violencia explícita. La verdad es que dichos ingredientes no son realmente necesarios en un film donde prima el suspenso, aunque probablemente le hubiesen ayudado a conseguir un mejor resultado comercial. Lo que si presenta esta película es una leve influencia del giallo, ya que el misterioso acosador/asesino utiliza unos vistosos guantes negros en cada uno de sus ataques. Tal vez el peor defecto de “Fear in the Night” sea su primera mitad la cual transcurre a paso lento, debido a la inclusión de algunas escenas que no tienen otro objetivo más que agregarle algunos minutos al metraje. Sin embargo, durante la segunda mitad el ritmo narrativo mejora bastante, así como también aumenta el interés del espectador en la cinta. Esta es a mi gusto la mejor película como director de Sangster, pese a ser una producción más bien modesta cuya historia presenta algunos clichés propios del género. La labor de su elenco, lo logrado de algunas escenas, lo sólido de su guión y su ambiguo final, convierten a “Fear in the Night” en un thriller psicológico bastante disfrutable.
* Advertencia: El trailer contiene una serie de spoilers que podrían estropear el visionado de la película.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure