El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha insistido en que la reducción del programa de compra activos anunciada por la institución tras su última reunión dependerá de la evolución de los acontecimientos "económicos y financieros", y aseguró que "de ninguna manera es una senda preestablecida".
Según recoge el texto adelantado de su intervención en el Comité de Servicios Financieros del Congreso estadounidense, Bernanke explicó que si las condiciones económicas mejoran más rápido de lo previsto y la inflación aumenta hacia su objetivo del 2%, el ritmo de compra de activos podría reducirse más rápidamente.
Sin embargo, añadió que si las perspectivas de empleo son relativamente menos favorables y la inflación no se acerca al 2%, o si la condiciones financieras son insuficientemente acomodaticias para permitir a la entidad cumplir con sus objetivos, el ritmo de compras "podría mantenerse durante más tiempo".
"De hecho, si es necesario, el comité estaría preparado para emplear todas sus herramientas, incluido un incremento temporal del ritmo de compras, para promover el regreso al máximo empleo en un contexto de estabilidad de precios", agregó.
Respecto al anuncio de comenzar a reducirlas a finales de este año, señala que, si los próximos datos confirman sus previsiones, la Fed pondrá en marcha esta decisión, que se aplicará de forma gradual durante la primera mitad de 2014, para poner fin al programa a mediados del próximo año.
En este sentido, insistió en que la decisión adoptada por la Fed en la reunión de junio de dar información adicional sobre la senda del programa de compra activos por importe de 85.000 millones de dólares (64.555 millones de euros) mensual no refleja una cambio en su política, que seguirá siendo acomodaticia en el futuro.
Riesgos a la recuperación
Por otro lado, el presidente de la Fed señaló que la recuperación económica de Estados Unidos continuó a un ritmo "moderado" en los últimos trimestres, a pesar de los fuertes vientos en contra que ha creado la política fiscal en Estados Unidos. En concreto, apunta que el repunte del crecimiento económico previsto por la entidad refleja en parte su opinión de que los efectos del 'secuestro fiscal' se reduzcan con el tiempo.
Además, señala que han disminuido los riesgos para la economía desde el pasado otoño, reflejando el alivio de las tensiones financieras en Europa, las mejoras en los mercados laborales e inmobiliario, unos presupuestos de los gobiernos locales y estatales en mejor situación y unos balances más sólidos de hogares y empresas.
Respecto al mercado laboral, señaló que sus condiciones están "mejorando de forma gradual", pero advirtió de que, pese a las mejores registradas, la situación del empleo está "lejos de ser satisfactoria", ya que la tasa de paro sigue muy por encima de su nivel habitual en el largo plazo, y el subempleo y el paro de larga duración siguen siendo "muy altos".
Asimismo, subraya que persiste el riesgo de que la política fiscal limite el crecimiento en los próximos trimestres más de lo previsto o de que el debate sobre otras cuestiones similares, como el techo de deuda, evolucione de una forma que dañe la recuperación. A esto, añade el riesgo de que el crecimiento global se ralentice más de lo esperado. - Fuente: EuropaPress.