Revista Informática

Fedora o Archlinux

Publicado el 03 abril 2011 por Iyanmv @iyanmv

Si habéis leído mis últimas entradas os habréis fijado en que he vuelto a instalar Fedora. ¿Por qué? La verdad es que no he tenido ningún problema con Archlinux, ni ahora ni nunca. Pero de vez en cuando, seguramente os pase a vosotros, apetece cambiar y volver a “viejas” distribuciones como Fedora. Muchas veces el cambio es para peor y te arrepientes durante horas por haber borrado la partición con la distribución que funcionaba a las mil maravillas. Esta vez no ha sido así, Fedora 14 funciona perfectamente. De todas formas hay algunas cosas que echo de menos de Arch y otras que realmente me gustan de Fedora. En este post espero explicaros estas pequeñas diferencias entre mis dos distribuciones preferidas.

Desde el primer momento, Fedora y Archlinux son completamente distintas. Mientras que Fedora apuesta por un instalador gráfico, sencillo y muy visual llamado Anaconda; Archlinux te deja a solar con un instalador en modo texto. No hace falta decir que el instalador de Fedora es mucho más fácil, apto para cualquier recién llegado a linux. A favor de Archlinux hay que decir que desde un principio instalamos el sistema a nuestro gusto. Porque esa es otra, mientras que al finalizar la instalación de Fedora tendremos un sistema listo para el trabajo, en Arch tendremos un sistema base mínimo sin servidor gráfico.

Como veis, en cuanto a la instalación son distribuciones opuestas. Cuando ya tenemos el entorno instalado y configurado en ambas distribuciones las diferencias son ya menores. Por lo menos con KDE, que es el entorno que utilizo tanto en Fedora como en Arch. Cabe añadir que en Fedora tuve que añadir un repositorio adicional para poder tener la última versión de KDE.

Lo que más me gusta de Fedora y Archlinux son sus gestores de paquetes: yum y pacman, respectivamente. Si existiera un gestor perfecto sería una mezcla de estos dos. A favor de pacman está la velocidad en la instalación y actualización de paquetes, así como la resolución de dependencias. Yum destaca por el uso de los delta-rpm, que tantas veces os he comentado ya. Esta es una de las cosas que le falta a los repositorios de Archlinux: ofrecer deltas de los paquetes para actualizaciones mucho más rápidas. Supongo que el problema es que lleva mucho tiempo empaquetarlos, porque pacman me parece que está preparado para trabajar con ellos (por lo menos en el archivo de configuración aparece).

Una de las cosas que sí que hecho de menos de Archlinux en Fedora es el carácter “rolling release”. Me encanta tener las últimas versiones estables de todos los programas y aunque con repositorios adicionales se puede conseguir en Fedora (por lo menos, en lo que se refiere a KDE), no es lo mismo. Los que hemos usado Archlinux por un tiempo no queremos cambiar después de haber probado este sistema de actualizaciones constantes.

Y, ¿por qué, a pesar de todo esto que os he contado, me sigue dando más confianza ver el icono de Fedora durante el inicio que una pantalla en negro con un montón de letras pasando a toda velocidad? Será porque he utilizado Fedora durante mucho tiempo. No lo sé, quizás sean los colores, o tal vez no. Lo que está claro es que Fedora me da más seguridad que Arch (aunque luego tenga más problemas con la primera…).

En definitiva, Fedora y Archlinux siguen siendo mis distribuciones favoritas. Ahora mismo utilizo Fedora 14 pero quién sabe si dentro de unos días vuelvo a instalar Arch. Fedora destaca en algunas cosas y Arch en otras. Dos distribuciones distintas destinadas a convivir en mi disco duro.


Filed under: ArchLinux, Fedora, KDE, Software libre 


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