Revista Humor

Feedback

Por Pilarm

Cuando envío un mail mandando unas fotografías de una sesión me gusta que la otra persona responda. No pretendo que me diga mil veces gracias ni nada por el estilo, pero por lo menos un he recibido las fotos, gracias; estas me gustan, estas no, con eso me conformo. Saber que la otra persona ha visto mi correo es suficiente.
Igualmente, si estoy preparando una sesión, me desespera que solamente se me responda cuando amenazo con buscar otra modelo, cuando hago un cambio de hora o cuando pido que por favor se me confirme. ¿Es falta de seriedad o es que yo soy demasiado exigente con la gente?
También me fastidia tener que repetir las cosas 50 veces. Si te digo que me mandes algo al correo, me lo mandas al correo, no me hagas decirte 800 veces que no te lo voy a aceptar por messenger -que manía tiene la gente con esto por Dios...-, y menos cuando llevo un mes diciéndolo. Yo es que no sé si hablo español o en otro idioma, tendría que ser uno propio porque los idiomas y yo andamos regular.
Falla la comunicación, el feedback... vamos, la reciprocidad -que palabra tan culta para quedar estupendamente-. A que cuando vamos a comprar el pan nos gusta que el panadero nos atienda y se entere de lo que le pedimos, que nos traiga una barra en vez de una chapata, entonces, ¿por qué cuando se trata de otras cosas que no son asuntos propios la gente se vuelve tan sumamente pasota y en algunos casos, hasta maleducada? Maleducada en el sentido de no responder, entendedme.
¿La culpa de quién es? ¿De la LOGSE? ¿De los padres? ¿De los profes? ¿De la sociedad? ¿De mi nivel de exigencia? ¿De internet? ¿Las redes sociales? ¿Por qué tengo tantas preguntas siempre? ¿Alguien sabe responderme?
Prometo feedback.


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