Felcsút es un pequeño pueblo de la provincia de Fejér, situado a unos 50 kilómetros al oeste de Budapest. Con 1800 habitantes, es un pueblo más de Hungría, uno de tantos. Se calcula que 2 millones de personas (una quinta parte de la población total del país) viven en municipios de menos de 2000 habitantes, como es el caso de Felcsút. En el año 2008 ocupaba el número 336 en cuanto a los municipios más ricos del país. Un año más tarde, en 2009 pasó al primer puesto, desplazando a los lujosos distritos II y XII de Budapest al segundo y tercer lugar. ¿Qué ocurrió para que se produjese semejante ascenso?
Felcsút tiene una pequeña particularidad, que lo diferencia del resto de pueblos de Hungría. Allí se crió y pasó gran parte de su infancia el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Allí compró una casa para pasar los fines de semana y desconectar de la estresante Budapest.
Sea esto una simple coincidencia o no, el caso es que Felcsút fue el lugar elegido para construir la flamante Academia de Fútbol Ferenc Puskás (en húngaro, Puskás Ferenc Labdarugó Akadémia), honrando con el nombre al mejor futbolista húngaro de todos los tiempos, que jugó con el Real Madrid y se convirtió en uno de los iconos del fútbol, formando parte también del glorioso aranycsapat, la selección de fútbol de Hungría que hizo historia.
Dicha academia está compuesta por un gran complejo de infraestructuras, la más notable es el estadio Pancho Arena (en honor también a Puskás, por su apodo en España), que posee un aforo de 3.500 personas. ¡El doble de asientos que habitantes tiene el pueblo! El estadio costó alrededor de 13 millones de euros (3.800 millones de forint), cuenta con el elegante estilo del famoso arquitecto Imre Makovecz, y posee la categoría 2 de la UEFA, pudiendo albergar encuentros internaciones. En un hipotético caso, los 1800 habitantes de Felcsút podrían disfrutar de un asiento y otro extra para apoyar las piernas mientras ven un Argentina-Brasil, con Messi y Neymar correteando por el césped, en partido oficial.
Además posee varios campos de fútbol de entrenamiento (uno de ellos cubierto), así como una residencia, un centro médico, un restaurante y otras instalaciones, incluyendo un hotel (donde pueden alojarse aquellos ojeadores extranjeros en busca de talentos magiares). En el pueblo se renovaron la calle principal, el centro de reuniones, la guardería, la estación de tren e incluso se construyó un instituto. También se va a construir una pequeño ferrocarril turístico de vía estrecha de 5 kilómetros de longitud que enlace Felcsút y el cercano pueblo de Alcsutdoboz, donde hay un arboreto (esto lo va a financiar la UE y lo están investigando, pues no les terminan de convencer las expectativas turísticas que el gobierno maneja).
Una inversión nada desdeñable para un pueblo de 1800 habitantes, que por supuesto no ha pasado desapercibida en Hungría. El alcalde de Hajdúszoboszló, una pequeña ciudad de 30.000 habitantes cercana a Debrecen que cuenta con un famoso balneario, escribió una carta abierta al alcalde de Felcsút felicitándole por su logro de atraer semejante inversión y añadiendo que tenía que aprender mucho de él, pues era incapaz de lograr esas inversiones para su municipio. Otros muchos húngaros fruncieron el ceño y acusaron a Orbán de megalómano y excéntrico. La prensa más contraria a Fidesz llegó a denominar Felcsút como "la capital de Orbanistán".
El estadio Pancho Arena, la joya del complejo futbolístico, se encuentra a apenas 13 pasos contados de la casa del primer ministro, que ha reconocido en numerosas ocasiones su gran pasión por el fútbol. La obra empleó a prácticamente la totalidad del pueblo, como antaño ocurría con la construcción de las catedrales. Se financió con dinero privado, como ha afirmado en innumerables ocasiones Viktor Orbán. Y es cierto que no ha costado ni un solo forint del erario público (los fondos los aportaron las principales empresas húngaras, como el banco OTP o la petrolera MOL, a cambio, eso sí, de importantes ventajas fiscales, así que de forma indirecta sí que ha repercutido en las cuentas públicas). El campo es la sede del Puskás Akadémia FC, el filial juvenil del Videoton, el equipo de la cercana ciudad de Székesfehérvár.
A cargo de la obra estaba, entre otros, el alcalde de Felcsút y amigo personal de Orbán, Lőrincz Mészarós, quien en pocos años ha pasado de ser el fontanero del pueblo a formar parte de la exclusiva lista de las 100 personas más ricas de Hungría, gracias a su empresa de construcción que ha ganado numerosos concursos de obras públicas, así como grandes parcelas agrícolas que recibieron subvenciones de la Unión Europea. El propio Mészarós está al mando de la Academia Puskás. Una carrera meteórica, sin duda. Él atribuye su éxito a "la suerte y Dios".
El asunto ha sido un enorme escándalo en toda Hungría durante varios años, y lo sigue siendo a día de hoy. Este es uno de los principales motivos que llevaron al partido conservador de Orbán a perder más de medio millón de votos en las últimas elecciones y a ser cada día mas impopular, a favor del partido de extrema derecha Jobbik, quien ya vaticina que los próximos comicios generales, dentro de 3 años, serán una lucha directa entre ambas fuerzas por la victoria electoral.
Os dejo con algunas fotos del complejo futbolístico de Felcsút, halladas en el foro de skyscraper.com:
Un artículo interesante sobre el tema (en húngaro), del que he sacado bastante información para la entrada: http://www.hir24.hu/belfold/2014/01/29/felcsut-az-igazi-magyar-csoda/