Me desespera la navidad y sus malditas costumbres. Me enerva el buen rollo obligatorio y tener que aguantar a primos, tíos y demás familiares que no sabía ni que existían. Odio a más no poder los malditos mensajes de whatsapp impersonales que se ponen para intentar quedar de puta madre porque la ley te exige llevarse bien en estas fechas. Me indigna tener que estar comiendo restos durante días de chacinas, carnes y demás mierdas repuntás, secas y con las puntas para arriba, como si la noche anterior hubiera sido el fin del mundo y nunca más fuéramos a comer. Estoy hartísimo de mazapanes, turrones y dulces típicos que por cojones hay que comérselos ahora y no dentro de dos meses.
Sé que soy antisocial y a mucha honra he cosechado este título. Me ha costado mucho pelearme con media familia y amigos pero gracias a Dios a mis treinta y cinco años no tengo porque dar explicaciones a nadie y nadie me las tiene que dar a mí o mejor dicho no quiero que nadie me las tenga que dar. No aguanto las cenas familiares o con amigos que por cojones hay que llevarse bien, este paso lo extiendo a cualquier tipo de evento social (boda, bautizo, comunión o celebraciones varias). En cuanto veo que en una boda se enciende el primer puro salgo en dirección contraria, si no, con el tiempo acabas con la servilleta en la cabeza bailando la conga y colgado en Youtube, ese estigma no te lo quita ni dios y está ahí para toda la vida, risión y mofa de media España.
Vivo en la zona más concurrida de Sevilla. Algo así como la Gran Vía de Madrid o La Rambla de Barcelona. Ese castigo no hay ser humano que lo soporte. Ahora en navidad se abre la veda para pueblerinos, catetos y demás sevillanos se sientan importantes ataviados con un cartucho de pipas y se paseen con sus carritos de bebés, mirando escaparates y dando por culo día y noche en mi barrio. El gasto es nulo y la molestia no es proporcional a la repercusión que dan. ¿Por qué no se quedan en sus barrios/pueblos? Si todo esto no fuera poco cada 20 metros hay un grupo de personas tipo coro cantando interminables villancicos, y 100 personas a su alrededor emanan felicidad y asombro por doquier bloqueando la calle.
Para terminar me despido con un breve repaso del mensaje de nuestro amo y señor el Rey de España. Tiene cojones que aún sigan echando por la tele la mierda esta que ni dios le echa cuentas y a nadie le importa un puto carajo. Ayer no tuvo cojones de darle una puntaita a su yerno el mangante. Crisis, crisis y más crisis. Unidad y sacrificio. Austeridad e incentivar la economía. ¿Ha descubierto América el pollo?, lo que nos has contado Juankar lo sabe to el mundo así que déjate de decir/hacer mierdas y siéntate a esperar a morirte que es lo que te queda en esta vida.
Menos mal que aún nos queda Boikot y su Happy Money que describe a la perfección la navidad. Joder que pena de grupo, ¿por qué los grupos tienen que teñirse políticamente?, los tres primeros LP´s de Boikot fueron geniales, auténticos y frescos. A partir del cuarto (Tu condena) el grupo abrazo la república y el anarkismo y a tomar por culo todo. Cambió de cantante y todo lo que habían sembrado se esfumó en dos segundos. Consolémonos con lo que nos dejaron de legado, que algo es algo.