Revista Ciencia
Mateo 16
1: Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.
2: Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
5: Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
6: Más él les dijo: No os asustéis, buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado, ha resucitado, no está aquí.
Como podemos ver, hasta en este hecho histórico tan trascendente para la humanidad, la Aromaterapia, ya se hacía presente.
No me gusta recordar a Jesús crucificado, porque me acuerdo de todo lo que el hombre es capaz de hacer, y eso me entristece.
Prefiero recordarlo así, con blancas túnicas impecables, representando su pureza, la pureza de pensamiento, que siempre lo caracterizó. Y resaltar la paciencia, la humildad, y su superioridad espiritual para soportar el sufrimiento físico que le produjeron. Me da vergüenza ajena creer que su sufrimiento sirvió para liberarnos a nosotros de nuestros pecados, no sirvió para nada, porque seguimos siendo tan corruptos, salvajes, ignorantes e inmorales que en aquella época o peor.
Hayan sido los Romanos o los Judíos, o quien fuera, que lo "asesinaron", lo hicieron porque no lo entendieron y porque le tenían "pánico". Pero no lograron su cometido, no pudieron hacerlo desaparecer, al contrario, al pretender matar su carne lo inmortalizaron porque le dieron la oportunidad de "Resucitar", y enseñarnos que la muerte no existe, porque somos espirituales, y somos como Jesús, los hijos de Dios.
Les deseo a todos los lectores de mi blog, que aprovechen para meditar en este hecho, y que ésto les traiga luz y entendimiento en sus conciencias.
Con mucho cariño
*Adriana*