Autora: Stephanie Perkins
Editorial: Neo Plataforma
Número de páginas: 400
ISBN: 9788416256082
Precio: 17 €
Puntuación: 7,5
Sinopsis:
Enamorarse en la ciudad más romántica del mundo es fácil para la soñadora Isla Martin y el enigmático artista Josh Wasserstein. Pero a medida que avanza el último curso en Schoolof Americade París, Isla y Josh se ven obligados a afrontar la desgarradora realidad, porque, quizá, su historia no acabe con «un felices para siempre». ¿Seguirán juntos cuando sus días en la escuela se acaben? ¿Será su amor más fuerte que la distancia? Su aventura se convertirá en un apasionante viaje por Nueva York, París y Barcelona, acompañados de sus amigos Anna, Étienne, Lola y Cricket.
Opinión personal:
Empecé a leer este libro porque había visto varias recomendaciones de que la pluma de esta autora era bastante fácil de leer en inglés, pero he de admitir que en los primeros capítulos me costó un poco seguir la trama y algunas cosas no me quedaban muy claras. Al principio me angustié, pero decidí continuar leyendo con la esperanza de que todo mejorara y menos mal, porque, en efecto, así fue.
Es curioso porque al empezar a leer este libro acababa de releer algunas partes de Un beso en París, y me di cuenta de que el personaje de Isla aparece brevemente en este libro, pero en ese párrafo la autora ya nos deja claro que Isla sentía algo por Josh, incluso sin haber hablado con él. Sé que este detalle parece una tontería pero yo no me había dado cuenta y me hizo mucha ilusión. Por otra parte, que el personaje masculino fuera Josh, alguien a quien ya conocía (en mayor o menor medida) me agradaba mucho.
Como en todas sus novelas, la autora coge una sencilla historia de amor y la hace única a través de su escritura y de sus personajes. La historia de Isla y Josh no tiene nada de especial, nada que la diferencie de cualquier otra, pero está llena de detalles que la hacen memorable, que la personalizan. Perkins sigue teniendo una pluma fresca y sencilla pero que conecta rápidamente con el lector. Las páginas se pasan muy rápidamente, incluso leyéndolo en inglés, y a pesar de mi tropiezo inicial, después pude seguir la historia con mucha facilidad. Además, algo que creo que no he mencionado en anteriores reseñas pero que me encanta son los diálogos entre los personajes. Son originales y divertidos, muchas veces sobre trivialidades, pero están genialmente construidos y permiten conocer mejor a los personajes y a ellos que se conozcan entre sí.
En cuanto a la historia en sí, después de habernos distanciado un poco de París con Lola y Cricket, volvemos al escenario de Ana y Étienne, algo que se echaba sinceramente de menos y que ha sido un punto a favor. Los protagonistas, en este caso son Isla y Josh:
Isla es una chica tímida, que siempre ha estado secretamente enamorada de Josh pero nunca ha sido lo suficientemente atrevida como para hablar con él. Además, Isla es una chica insegura de sí misma, que no se valora lo suficiente y que tiene que aprender a tener más confianza. Sorprendentemente, en ningún momento me ha parecido que pecara de ser demasiado tímida o antisocial, teniendo en cuenta su personalidad , claro.
A Josh ya le conocíamos de antes, pero es en este libro que podemos ver por fin su verdadera personalidad, y no el chico callado e incluso un poco huraño del primer libro. Josh me ha encantado. Ya era un personaje que me llamaba la atención desde antes y ha sido maravilloso poder conocerle a fondo.
Aunque la historia es muy dulce y está desarrollada de una forma muy acertada, sin pausa pero sin prisa, llena de momentos que hacen suspirar pero sin pecar de ser empalagosa, me ha vuelto a pasar lo mismo que con el libro anterior: no he llegado a conectar con Isla y con Josh tanto como con Anna y Étienne, ni la historia me ha encantado tanto como la del primer libro. No digo que sea mala, para nada, sino que simplemente Un beso en París era único.
Hablando de esto, me ha encantado que en este libro podamos encontrarnos de nuevo con los personajes de los libros anteriores. Podemos saber cómo les va, que es de sus vidas y además, nos llevaremos alguna que otra sorpresa, que personalmente me ha parecido muy bonita. Demasiado romanticona, sí, y un poco irreal, en fin, pero no puedo evitar que me haya gustado este detalle.
Felices por siempre jamás sigue en la línea de los anteriores: una historia sencilla y común pero que se vuelve única gracias a los personajes y a la escritura, dos protagonistas geniales cuyas personalidades me han encantado y un ritmo adecuado. Aunque me ha gustado más que Lola y el chico de al lado, no consiguió estar a la altura de Un beso en París.